El ruso, estaba con los aliados, hablando que hacer respecto a la guerra y cómo detener a Reich. Cosa que no era tan sencilla como se daba a entender.
No podemos dejar que invada otra vez tu territorio, Francia. - dijo el inglés. - Eres el único idiota que le hace frente a tanques de guerra, en bicicleta.
No es para tanto, al menos me veía genial. - respondió. -
Genial sería el golpe que te voy a dar. - dijo. -
Bueno, acá no estamos para discusiones idiotas. - dijo el ruso. - Tenemos que pensar bien, que vamos hacer.
Concuerdo con el hijo del comunista. Pero, exactamente ¿Cómo? - dijo aquél americano. -
Próximas movidas, quizá sea hacía el norte. Pero, es sólo una suposición. - respondió el soviético. -
Tendrían que engañar a Reich de una u otra forma. Ya que no podían permitirse avanzar más por Europa, e ir invadiendo cuanto territorio haya. Pero, sabría que el terror no acaba por cuánto se invada, sino, a cuántos mate para eso.
La violencia no era el fuerte de Bielorrusia, era la "paz", como a su hermana Ucrania. A diferencia, que ella no se quejaba cuando tenía que hacer un acto violento, eso URSS admiraba de Bielorrusia. Ella podría hacer el trabajo de un hombre, pero no iba a permitirse que le pase algo a su "niña adorada", en cambio. A Bielorrusia no le preocupa ver uno que otro cuerpo muerto.
En fin, por más valentía que tuviera, no se le dejaría ir. A menos, de que fuera otro país. Los aliados estarían dispuestos a aceptarla, pero, ahora no. Ya por la "orden" de URSS. No recibir ayuda de tal chica.
Francia... - dijo la bielorrusa, corriendo a abrazar a Francia. -
Hola mi niña, ¿Cómo estás? - sonrió, y correspondió seguido el abrazo. -
Bien, ¿Y tú? - le devolvió una sonrisa inocente. -
Bien, también. Me alegro por ti, mi niña. - dijo la francesa. -
Oye... Ehm.. - empezó a jugar con sus dedos. -
¿Qué pasa, mi niña? - la miró un tanto preocupada. -
Es que... No quiero que algo malo le pase a mi hermano, y... Y... Quisiera unirme a los aliados. - suspiro. -
Oh.. Te entiendo, pero, yo no puedo dejar que te pase algo malo. Y si lo hago, URSS o Rusia me quitarán los órganos. - dijo asustada por lo último. -
¡Vamos Francia!, ¡Necesito el permiso al menos de uno! - miro a la francesa algo arrogante. -
¿Ya se lo dijiste a tu hermano? - miro a la chica. -
Dijo que no. Mi padre, si que menos. Reino Unido, se negó. - suspiro. -
¿USA? - dijo la francesa. -
¡USA!, ¡ESO ES! - dijo felizmente. -
La bielorrusa agradeció tanto al de arriba como a la francesa del frente. No se le pasó por la mente, a USA. Ya que muy pocas veces hablaba con él, y a su padre, no le parecía nada lindo hacerlo.
Francia... ¿Él está aquí? - miro a la francesa antes de irse. -
Claro, estaba hace unos momentos con los demás. - respondió. -
"Me van a sacar los ojos.", pensó la francesa, mientras se fue del lugar, a buscar a quien ya es reino unido.
La chica entro en la habitación donde estaba USA y para su mala suerte, Rusia estaba ahí.
¡Oh!, ¡Bielorrusia! - dijo el americano con una sonrisa. -
Hola, USA. - respondió la chica. -
Bielo, ¿Me necesitas? - dijo el ruso acomodando su cabello. -
Ehm... No, necesito a USA. - sonrió, viendo la mirada seria de su hermano. -
¿Privado? - dijo el americano. -
Privado. - respondió. -
Capitalista, no le hagas nada... - dijo el ruso, mientras le pasaba por el lado al americano. -
El ruso salió de aquella habitación, la chica se sintió incómoda, ya que nunca había estado en esta situación con USA. Las veces que habían hablado, era en frente de su padre, incluso en público. Pero, en privado no.
Aunque estaba tranquila, de que le hicieran algo. USA respetaba a una mujer, a veces. No se atrevía a meterse con Bielorrusia o con alguna hija de URSS, y conociendo los celos de su padre, era preferiblemente, mantenerse lejos.
Y bien, ¿Qué es lo qué pasa? - dijo acomodando sus lentes. -
Pues, ehm.. No te lo tomas a mal, ¿Verdad? - dijo. -
Depende. - suspiro. -
Ayúdame a unirme a la guerra. - dijo mientras veía como se le caían las gafas al contrario. -
¿¡Estás loca!? - dijo. -
Sí. - respondió. -
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" Hermanos Especiales."
FanfictionEl camino se separó. Ya no estoy, y no estaré. Sabes las consecuencias, Pero aún así lo haces.