Siete.

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¿¡QUÉ USA QUÉ!? - dijo el ruso golpeando la mesa. -

Así como lo escuchas. - dijo URSS. -

Capitalista tenía que ser. - dijo ya hasta su límite. -

¡No hablen así de mi hijo! - dijo el inglés. -

Rusia ya estaba hasta los codos. ¿Por qué?, porque USA se tenía que meter en problemas que a él no le importaban.

Más que enojo, es miedo, ya que Bielorrusia, es la hermana más cercana, y más querida de él. Y quiere evitar que algo malo le pase, aunque ya no sabría que hacer, si se llega a aceptar que participe en la guerra.

"Me deja con miedo", dijo aquél ruso para si mismo. Mientras, contemplaba la seriedad de su padre, no sabían que hacer ambos, al final. Van a terminar aceptando.

Bielorrusia... - dijo el inglés. -

Dígame. - dijo aquella, mientras sonreía. -

¿Qué le dijiste a USA? - suspiro. -

Nada... Qué me ayudara a unirme a la guerra. - respondió. -

Hiciste meterlo en problemas. - dijo. -

Entonces, yo hablaré por él. - dijo. -

No es sencillo. - comentó. - No sigas con eso.

Eso era. No era sencillo ir a hablar por USA y decir que todo fue por un bien, y todo eso, no. Bielorrusia estaba consciente de que le iba a ir mal al americano y aún así lo hizo.

Tenía que ir con Rusia, y averiguar por sus bocas que pasó, si fue un sí o un no. Cosa que a ella la dejo algo intranquila.

Rusia.. - dijo la bielo. -

¿Qué? - respondió con frialdad. -

¿Pasa algo? - pregunto algo preocupada. -

No es de tu problema. - dijo el ruso, alistando sus maletas. -

Yo... - dijo ella. -

Listo. Nos iremos dentro de una hora, arréglate y alista tus cosas. - dijo interrumpiendo, mientras se iba. -

Aquella bielorrusa estaba algo mal, y a la vez bien. Por su forma de hablar de su hermano, era porque quizá ya estaba o todavía no les gustó la dichosa idea de hacerla parte.

Ya estaba comenzando a creer que habían rechazado, y por su culpa estaría en problemas USA. Y eso quería evitarlo, no tendría tiempo de hablar, no.

¡Oh!, ¿Ya se van? - dijo la francesa. -

Así es. - dijo el soviético aceptando el abrazo de la Francesa. -

Espero que les vaya bien en el viaje. - sonrió. -

Igualmente, espero que les vaya bien. En esta vida. - dijo. -

Bielorrusia bajo con sus maletas, mientras atrás venia Rusia, quién estaba con si semblante serio.

¡Muchas gracias, por dejarnos acá! - dijo la bielorrusa, dándoles las gracias. -

Con gusto. - dijo la francesa nerviosa. -

El ruso simplemente dijo "adiós", y monto todas las maletas al auto, y se dispuso a irse de aquel lugar. Sin soltar alguna palabra, veía por la ventana. Lo mismo su padre, estaba pendiente al frente, y la bielorrusa estaba leyendo.

Bielo. - dijo URSS sin quitar su vista del frente. -

¿Dígame? - dijo aquella. -

Estás adentro. - suspiro. -

... - el ruso seguía viendo a la ventana. -

¡Yupi! - dijo aquélla felizmente. -

La chica estaba que saltaba de felicidad, ¿Así que porque no hacerlo en el avión?, bueno, sería mala idea. Pero estaba feliz, iba a pertenecer a la guerra.

¿Mi trabajo es..? - dijo la chica curiosamente. -

Vas... A estar al mando junto con tu hermano. - dijo. -

Se escuchó un quejido del contrario, u un grito leve de felicidad. "Ahora su protegeré a mi hermano"

" Hermanos Especiales."Donde viven las historias. Descúbrelo ahora