Doce.

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El ruso ya no sabía que más hacer, ya estaban por así decirlo, cerca del sur, y era raro de que no habían encontrado tropas alemanas por la zona. Cosa que tampoco daba buena espina, más pata Rusia. Él sabía que algo malo pasaba, pero no sabía qué.

Estaban ya agotados, pero no podían detenerse, en estos momentos no. Sus balas iban a dejarlos en cualquier momento.

Llegó el momento decisivo para aquellos hijos del soviético, los alemanes estaba por ellos. Ya estaban listo para atacar, gracias a la orden de Reich.

Malditos hijos de ese soviético. - dijo con asco. - Los voy a tener que tocar.

Deja de quejarte, el jefe lo pidió así, entonces, así será. - respondió. -

Y así, el grupo salió dándoles una emboscada a ambos hermanos, mientras la bielorrusa se quedó quita, viendo como su hermano intentaban dispararle a alguno de ellos. Para así, recibiría un tiro.

Aquellos hermanos no pudieron hacer nada, simplemente veían como los llevaban, y escuchaban como decían y ordenaban que ya podían estar en esta zona, y poder contraatacar a los soviéticos / rusos de una vez por todas.

Aquellos hermanos, estaban siendo transportados a pie, porque no tenían que hacer. Tenían miedo, y sobre todo, sabían que capaz los iban a matar de una vez por todas.

Bielorrusia, simplemente se quejaba de si misma, diciendo que no decía haber entrado, ahora por su culpa, morirán. Y no quería que algo le pasará a su hermano.

Malditos mocosos. - dijo aquél alemán. -

Escuchaban los insultos que les daban, ya por el hecho de tener sangre "soviética" como ellos decían... Sangre sucia. Eso se decían entre los rusos / soviéticos / ucranianos / kazajos / etc. Llevando mala fama en partes de Europa por culpa de esas difamaciones. 

Rus... Tengo miedo. - susurro. -

Yo también. - respondió. - Moriremos.

La chica se asustó al escuchar a su hermano, por primera vez lo escuchaba diciendo algo como eso, pero, mantuvo la calma. Aunque obvio que estaba por romper en llanto, si lo hacía, capaz la terminarán matando.

Llegaron a Polonia, o a la parte que tenían los alemanes de Polonia. No podían darse el gusto de salir corriendo, ya que no sabían ni en qué parte estaban.

El ruso estaba muriéndose de nervioso, ya que no sabía que iban hacer, pasaron por una zona, donde habían gente gritando. Cosa que a ambos hermanos los asusto demasiado.

Tenían miedo de que próximamente ellos estarían ahí, tenían aún miedo de morir.

Reich solicitó al ruso, a la bielorrusa llévenla a la celda respectiva. - dijo un soldado. -

¡Si! - dijeron varios, mientras tomaban de los brazos a aquellos hermanos. -

Bielo... Quiero que mantengas la calma. - dijo el ruso sonriendo. - Sobrevive, camarada.

La chica sintió como algo en su corazón se rompía en mil pedazos, tenía miedo, y mucho miedo. Por saber defensa personal, no sabía muchas cosas, era una novata como tal.

" Hermanos Especiales."Donde viven las historias. Descúbrelo ahora