Ya iban mínimo para 7 meses de la pérdida de Bielorrusia. Rusia por su parte no mostraba mejoría en sí, simplemente seguía "fingiendo" que estaba bien y había podido salir de su trance... Pero, ¿Como decía que todo era mentira?
No quería decepcionar a nadie, tampoco asistir a un médico o psicólogo, aunque fuera lo mejor. Trataba de evitar aquellas ayudas, ya que él decía "No necesito nada, estoy bien."
¡Oh!, Rusia.. - Dijo el chino. -
Hola, China. - respondió. - ¿Cómo estás?
Muy bien, ¿Y tú? - sonrió tras la pregunta del contrario. -
Igual. - sonrió. - ¿Qué te trae por aquí?
Vine hacer unos negocios con tu padre. Me alegro de que estés bien. - soltó un suspiro. -
Oh, ya veo. Ven te acompaño hasta la entrada de su despacho. - dijo. -
El chino asintió, mientras siguió a Rusia por la casa. Viendo fotos familiares.
¿La extrañas? - pregunto viendo los cuadros. -
Y no sabes cuánto. - respondió. -
No hace falta ocultar que estás mal. - dijo. -
Estoy bien. Ya te había dicho. - negó con su cabeza, y una sonrisa. -
Eso haces creer. - respondió al final. -
El ruso se quedó inquieto por saber el por qué sabía eso. Así que aceleró el paso, para llegar a la oficina de su padre. Al estar en la entrada, escuchó el "Rusia, puedes acudir a mí, si estás mal.", para luego tocar la puerta.
¿Ah?, pase. - dijo. -
Con permiso. - hablo el chino. - ¿Cómo estás? - dijo entrando a la oficina. -
Normal, ¿Y tú? - pregunto organizando unos papeles. -
Muy bien. - pauso. - Me alegro de que... ¿Estés normal? - dudo. -
Igualmente. - suspiro. - ¿Rusia?
¿Eh? - dijo confundido. - ¿Sí?
¿Qué haces aquí? - pregunto. -
Oh, él me acompaño hasta aquí. - sonrió. -
Ah, ya veo. En fin, ¿Puedes irte? - hablo. -
Ehm... Claro. - dijo y se fue. -
Entra y cierra la puerta. - ordenó. -
Como digas. - cerro la puerta. -
Se formó un silencio, mientras el chino se sentaba en frente del soviético.
Tu y yo, sabemos que no venimos a hacer negocios. - soltó el soviético. -
Lo sé. - pauso. - ¿Cómo han estado de lo que pasó con Bielorrusia?
Si te soy sincero... Estamos mal. - respondió. - Aunque eso... Es más con Rusia. - hablo. -
¿Tenían una relación fuerte? - pregunto. -
Muy fuerte. - suspiro. - Ellos prácticamente estuvieron juntos desde que ella nació. - pauso. - Por eso mismo, es que le duele. - dijo. -
Entiendo... ¿Has buscado ayuda para él? - pregunto de nuevo. -
Se niega asistir. - respondió. -
¿Cómo estás tú? - lo miro. -
Igual... - respondió. -
¿Cómo que "igual"? - dijo confuso. -
Me dio algo duro su muerte, pero, no para ponerme a llorar. Simplemente estoy bebiendo de más. - le respondió. -
Eso tampoco es bueno. - hablo. -
No lo sé. - respondió. -
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" Hermanos Especiales."
FanfictionEl camino se separó. Ya no estoy, y no estaré. Sabes las consecuencias, Pero aún así lo haces.