Diecinueve.

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El ruso ya estaba cansado con las humillaciones que le hacían, mientras que a su hermana la molestaban poco, pero, los del Eje no se metían con ella. Se metían era con él. Deseaba no haber aceptado.

Tirado en la cama, vio como llegó la bielorrusa sin buenos ánimos.

¿Bielo..? - dijo. -

Rusia. Alista tus cosas. - dijo con un tono quebrado. - Ya no saldremos vivos.

¿Cómo..? - pregunto el ruso. -

No obtuvo respuestas, mientras llego los soldado. Esperando a que ya estuvieran listos, el ruso, con algo de dolor, se levantó y tomo lo poco que tenía.

Ambos hermanos esa noche, con tantos judíos y no judíos de la zona, eran transportados en tren o en avión. Con su cepillo, y su ropa que venían puestas. No tenían más en la mano.

Noche de lluvia y sufrimiento, Bielorrusia escuchaba la negatividad de las personas, y el rechazo de los soldados. Aquella noche, sería la peor de todas.

Espero que les guste el centro de concentración. - dijo Reich con una sonrisa. -

A veces te pasas, Reich. - dijo. -

Así es mejor, idiota. - respondió. -

El contrario no dijo nada, mientras suspiro. Viendo a Reich, como sonreía y bebía de su copa, tenía ganas de aventarle un veneno a ese vaso o dispararle de una vez por todas. Pero, no podía. Por más que quisiera, no.

Hoy están siendo llevados. - dijo el canadiense. -

Mierda. - dijo el soviético casi llorando. -

No llore compadre. - dijo el mexicano, dándole leves golpes en su espalda. -

¿Por qué en esta guerra? - pregunto. -

Los presentes sentía lastima por URSS, alguien serio, y honrado. Estaría llorando por sus dos hijos, claro, a parte de esos 15 hijos que tenía. Ellos dos eran los más especiales.

Sólo que ya no se sentía igual que antes, ya quería dejar de participar en la guerra, pero, era casi imposible. Lo hacia porque Reich no era él. Reich no se detendría si URSS se va, él avanzaría y el triple de lo que se esperaba.

¿Qué hacer en momentos como estos?, quedarse quieto, y sólo mover las fichas pareciendo como si no importará más, que ganar.

¡Por favor, no me lleven! - dijo una persona. -

Súbase. - respondió un soldado. -

No, no. - se negó. -

Que se suba. - dijo sacando su arma. -

No me iré de aquí. - dijo. -

El soldado le disparó, causándole la muerte instantánea, cosa que a la bielorrusa le asusto un poco, y se apego más a su hermano, con miedo profundo. Veía como caía el agua, veía como morían personas, veía el tren. Le daba más miedo.

Tranquila. - dijo el ruso tomándola de la mano. -

Rus... Tengo miedo. - respondió también tomándolo de la mano. -

Todo estará bien. - sonrió. -

Quisieran creerse el "estará bien", pero al parecer no cabe en todo lo que están pasando. Ya el desespero ha consumido sus pobres almas.

Por el lado, URSS ya ha empezado a atacar a Reich. Con ayuda de los aliados, se ha desatado de verdad la guerra. Mexicanos por el aire, estadunidenses por el mar junto con los ingleses. URSS y Francia por tierra. Ya estaban acabados.

" Hermanos Especiales."Donde viven las historias. Descúbrelo ahora