Atractiva Seducción (HDLF #1)

Capítulo 02

Anastasia.

Ladeo mi cabeza ligeramente mientras que el sonido del cuchillo cortando el aire llena el silencio sepulcral que hay en el estancia de la bodega, hojeo la revista de negocios que tengo en mis manos mientras leo el último artículo acerca de nominarme como una de las mejores empresarias jóvenes de todo el continente europeo, sonrío al ver mi fotografía antes de escuchar el quejido de la persona que tengo frente a mí.

Sonrío mucho más cuando el familiar olor metálico de la sangre llega a mis fosas nasales, río por lo bajo y muevo ligeramente mi tacón para que el charco de sangre que se comienza a formar en el suelo no llegue hasta donde me encuentro, un segundo quejido de dolor llega a mis oídos pero lo ignoro, leo parte del artículo en voz alta.

—Es increíble cómo las ideas innovadoras de la joven empresaria Anastasia Becker, han levantado el mercado en la industria del diamante, piedras preciosas y arte en todo el continente europeo. Cada vez, son más las personas enlistadas a las universidades de bellas artes en toda Alemania, podría decirse, que la joven ha influido de manera impecable a la sociedad para darle el verdadero valor al arte perdido en las últimas cinco décadas—

Silbo con impresión sin que la sonrisa de mi rostro se borre, aprecio la fotografía que me tomaron precisamente para ese artículo especial, mi pecho se hincha de orgullo al saber que he llegado lejos estos últimos años.

—¿Oíste eso, Renzo?— digo con arrogancia— soy una persona innovadora e influyente en toda la sociedad de Alemania—

Continúo leyendo el artículo y no puedo evitar partirme de la risa cuando llego a una sección en específico, tomo la revista en lo alto para recitar el párrafo.

—Podría decirse que la señorita Becker, es el ángel protector del arte—

La carcajada de mi hermano corta el silencio siniestro del lugar, lo que sobresalta al sujeto que tenemos atado a una silla y herido con varios de nuestros cuchillos, gime por el dolor ante sus movimiento bruscos, menos mal que tiene la mordaza puesta, no estoy de humor para aguantar sus gritos de un alma chillona que me suplica perdón por sus estupideces.

Tú nunca estás de humor, Becker.

Bueno, subconsciente. Digamos que mis razones para tener un agradable humor, se han ido hace un año ya, por si no lo sabías.

—Claro, claro...— dice mi hermano entre risas, sonrío— de ángel no tienes nada, Barbie—

—Lo sé— afirmó con orgullo, miro la revista— no se si sentirme halagada u ofendida, Re—

—Cualquiera que te diga que eres un ángel, debería ser un insulto a tu persona, demonia—

—Sí, pero cortarle una mano en represalia al editor, no me convendría. Lo necesito para que me siga haciendo famosa—

—Ni lo necesitas, Barbie—

—No me importa— muevo mi cabello— soy fabulosa y me gusta que el mundo lo sepa, tanto en lo ilegal como legal—

—Que vanidosa—

Arqueo una ceja.

—Lo dice el que está en el puesto número uno de la revista Forbes— respondo.

—Sí, pero yo soy yo, Barbie— me señala con el cuchillo lleno de sangre— aparte, yo si soy un ángel—

—Sí...— asiento— pero el de la muerte, idiota—

—Pero no dejo de ser ángel— me guiña el ojo— ahora, lo que nos importa, Barbie. ¿Te quedarás ahí o me vas a ayudar?—

Cierro la revista con un pequeño puchero antes de enrollarla en una de mis manos, miro al sujeto que tiembla de miedo al ver mi pequeña sonrisa siniestra pintada en mis labios, traga saliva y evita a toda costa mi mirada.