Atractiva Seducción (HDLF #1)

Capítulo 42

Ethan.

Pierdo el control de mi mismo en el momento en que me encuentro cara a cara con Alik Hoxha, uno de los responsables de la mierda que nos está sucediendo. Responsable de que mi hermana pequeña en estos momentos esté destrozada por lo que han hecho. Responsable de que Anastasia, siga sin aparecer mientras que el nudo de mi estómago empeora a medida que pasan las horas y no sé nada de mi demonio.

La desesperación impide que piense con racionalidad, por que mi mente de mierda comienza a mostrar diferentes escenarios para nada alentadores de lo que puede pasar, si no encuentro a Anastasia lo más pronto posible antes de que se me acabe el tiempo y Edmon, finalmente logre joderme con lo que más me importa en mi maldita vida.

Los recuerdos de todos los momentos que hemos pasado a lo largo de estos meses, me golpean como tren en el cuerpo, eso aumenta mi desesperación a niveles para nada sanos pero no hago nada para calmarme, porque lo único que necesito para tranquilizarme está quién sabe dónde.

Sola.

Cada uno de los recuerdos a su lado, se repiten como una película en mi cabeza al punto en que mi desesperación se convierte en histeria.

—Maldito demonio—

—Sarnoso imbécil—

—Deja tu fetiche, Ethan—

—Nunca— chasqueo mi lengua con cierta diversión, Anastasia se ríe por lo bajo— viene de familia, tener una obsesión por los culos de nuestras parejas. Así que, te aguantas—

Cruza sus brazos encima de su pecho, en un gesto falsamente obstinado que me resulta más tierno de lo que alguna quise admitirlo con una mujer como lo es Anastasia Becker.

Interesante, sin duda.

—Ya no te quiero de novio—

—Da igual, yo sí— respondo en tono seguro, no pierdo el detalle de la sorpresa pintada en sus facciones y aún así, luce jodidamente hermosa— así que, desnoviamiento no hay hasta dentro seis meses—

—Pero...—

—Sin peros—

No planeaba solamente ser su novio seis meses...

Planeaba serlo toda mi vida.

No había forma en que se librara de mí.

No ahora.

Y nunca la habría.

—Soy tuyo, Anastasia Becker—

—Soy tuya, Ethan Stirling—

—Me gustas, lobito precioso—

—Me gustas, demonio—

—¿Te siguen gustando las citas con balas?—

—Esta se ha convertido en mi favorita, sin duda—

—Estás loca—

—Solo por ti, sarnoso. Contigo, las locuras son las mejores de mi vida—

—También estoy loco por ti, dulzura—

Y eso no va a cambiar.

Nunca.

—Ich liebe dich, Ethan—

—YA lyublyu tebya, Anastasia—

Trago en seco ante cada uno de los recuerdos mientras que trato de ocultar el ligero temblor de mis manos, porque sabía de antemano que solamente había una opción sólida para que Anastasia, por fin, lograra librarse de mí.