Capítulo 11

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Ethan.

Muevo mis dedos suavemente por encima de mi escritorio para tomar una respiración más profunda, para calmar el ligero nerviosismo de mi cuerpo mientras espero pacientemente a que la pantalla de mi ordenador cambie en respuesta a la videollamada que tengo en espera. Pellizco el puente de mi nariz repasando mentalmente que es lo que voy a decir.

Pasan algunos segundos hasta que finalmente veo dos pares de ojos grises azulados y verdes aparecerse en mi pantalla. Por la expresión de ambos, deduzco lo que no quería que se enteraran y la ceja arqueada de mi madre me lo confirma, en espera de mis palabras.

Maldita sean las revistas de chismes.

—Hola, mamá— digo con una sonrisa, arquea más su ceja. Suspiro— por sus expresiones, es que ya lo saben...—

Espero que tengas una buena explicación, Ethan Stirling Jones

Trago saliva con cierta fuerza cuando mi madre me dice el nombre completo. Cierro los ojos un momento, pasando mi mano por la parte trasera de mi cuello. Repaso cada detalle de la mentira que Anastasia y yo dijimos ayer, sin perder más tiempo aclaro las dudas de mis padres.

—Todo es cierto— las cejas de mis padres se arquean en evidente sorpresa— Anastasia y yo, estamos saliendo desde hace un tiempo—

¿Y por qué no me lo dijiste? ¡Soy tu madre, renacuajo ruso!

Resoplo por lo bajo para no echarme a reír ante la expresión enfurruñada de mamá. Papá a su lado, intenta contener la risa pero mi madre lo mira con una ceja arqueada, a lo que su sonrisa se borra de inmediato, para volver a mirarme con sus ojos grises azulados de forma inquisidora.

¿Entonces?

—Mamá, Anastasia y yo decidimos mantenerlo en secreto por si las cosas no funcionaban entre nosotros— me encojo de hombros— ustedes o los demás, no se vieran afectados por nuestras decisiones—

Mm...— asiente, tragándose mi mentira.

O eso creo.

¿Dónde comenzó todo?

—En Rusia— afirmo— por cierto, ¿por qué no me dijeron que mi novia había ido a Rusia a comer con ustedes?— intento parecer ofendido— me enteré hasta ayer—

Pensamos que no te importaría, Ethan. Como Anastasia, casi no suele venir y siempre lo hace de manera discreta. Si tomamos en cuenta que ustedes solos en una habitación solamente se ponen a discutir quién tiene el mejor ego...

Bueno, eso tampoco es mentira.

—Vale, vale, lo capto— ruedo los ojos, mamá se ríe— pero, aclarando. Yo tengo el mejor ego, mamá, ¿de acuerdo?—

Seguro, cariño— afirma con una sonrisa— no pensé que durante su estadía aquí. Ustedes...formalizarían lo suyo

—Estamos en la etapa del conocimiento aún, mamá— ruedo los ojos de nuevo— nos encontramos de casualidad en la calle. Almorzamos juntos, fuimos a un bar y de ahí, las cosas terminaron en mi cama con mucho sexo. Desde entonces, comenzamos a frecuentarnos sin que nadie lo supiera—

¿En cual bar?

—Cuba Libre—

Uh, lo conozco— mira a papá que asiente en su dirección con una sonrisa— venden un delicioso Medovik y los mojitos, son una maravilla. Tu padre y yo, hemos ido un par de veces, ¿verdad, muñeco?

Debemos volver a ir, muñeca. Después de nuestras vacaciones— responde papá— por el momento, te quiero para mí solo. Antes de volver a compartirte con los renacuajos que salieron de mis pelotas

Atractiva Seducción (HDLF #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora