Atractiva Seducción (HDLF #1)

Capítulo 20

Anastasia.

Silencio.

Esa es mi respuesta ante la pregunta que le hice a Ethan, no es que me importe mucho el hecho de que hubieran muchas más mujeres antes que yo, antes de que se viera casi forzado a esta relación de contrato por seis meses, esa no es mi sorpresa.

Siempre ha tenido un encanto natural con las mujeres, al cual le sacaba provecho para ser un casanova.

¿Mi sorpresa?

Que hubiera alguien permanente en algún punto de su vida.

Nunca imaginé que Ethan Stirling, en algún punto llegara a tener algo permanente en su vida porque siempre me recalcaba lo mismo desde que comenzamos a ser adolescentes y mis sentimientos de ese momento por él, comenzaban a desarrollarse de una manera fuerte que no sabía qué hacer con ellos.

Su respuesta, siempre era la misma.

Sin esposas, hijos o cualquier cosa que lo atara a un compromiso a largo plazo que no sea la mafia. Su legado sería el primero en iniciar, pero dejaría que Patrick, comenzara la nueva descendencia dado que es bien conocido que el Diablo Ruso, quiere a sus propios demonios para moldear a su antojo para tomar el lugar de su padre y tío, esa siempre la respuesta de Ethan Stirling, cuando éramos adolescentes.

Nuevamente, reafirmaba muchas cosas de nuestro reencuentro después de más de diez años.

Todo había cambiado.

Absolutamente, todo.

Ya nada era igual.

Y definitivamente, nosotros ya no éramos iguales más que en pequeñas cosas que no tienen sentido para los demás, pero para nosotros sí.

Ethan se queda en un profundo silencio mientras sus cejas se arquean con evidente sorpresa ante mi pregunta, creo que nunca pensó que ese detalle— relevante o no —de su vida, pudiera saberlo, en especial yo.

Le toma un par de segundos responderme, pasa su lengua por su labio inferior mientras asiente lentamente mientras parece conectar un par de puntos en su cabeza, sin poder evitarlo juego el esmalte de mis uñas mientras lo raspo suavemente en busca de calmar la inesperada y súbita ansiedad que me genera su respuesta.

¿Por qué?

No lo sé.

Bueno, sí lo sé.

Pero no quiero indagar a profundidad acerca de ello, por miedo a que su respuesta termine por hacerme daño emocionalmente del cual no sé si podré reparar por mi misma, sin saber a profundidad que caos está haciendo Ethan Stirling, en mi vida.

—La mencioné— su afirmación, me saca de mis pensamientos.

Asiento, suspiro suavemente dando un paso más cerca de su cama sin dejar de arruinar el esmalte de mis uñas, me costó dejar de morderlas por la ansiedad cuando estaba en la preparatoria así que, opto por arruinarme el esmalte de ellas para no caer en la tentación.

El dinero me sobra para hacerme una manicura nueva.

—La mencionaste...— respondo con toda la tranquilidad que puedo conseguir— cinco veces, la nombraste—

Las conté todas.

No sé que me preocupa más ahora, sí su respuesta o el hecho que conté que cada una de las veces en las que el sarnoso, mencionó su nombre.

—¿Estaba solo?— su pregunta me hace fruncir las cejas, ladeo mi cabeza— dulzura, ¿estaba solo cuando mencioné a Viera?—

Y ya van seis.