Anastasia.
Mis manos no dejan de moverse por su pecho desnudo, mis uñas no pierden la oportunidad de rasguñar su espalda con fuerza mientras varios gemidos salen de mi boca con cada embestida dura de su polla. Sonrío entrecortadamente mientras que los gruñidos del hombre que tengo encima de mí hacen cosquillas en la piel sensible de mi cuello, lo que me saca una pequeña risa, se detiene un momento, su polla palpita duramente en mi coño y mis caderas por instinto se levantan en busca de más fricción.
Ethan sonríe un poco antes de volver a perder su cabeza en mi cuello, mordiendo aquella parte sensible de mi piel y nuevamente, una pequeña risa sale de mis labios que se convierte en un gemido ronco cuando retoma el ritmo de sus embestidas duras contra mi coño, mis piernas se aferran más a sus caderas mientras que mis uñas bajan desde su espalda hasta su trasero el cual no dudo rasguñar también con fuerza, sonrío con satisfacción cuando un gemido ronco abandona su boca ahora.
—Ana...—
—No te detengas— pido entre jadeos— demonios, sí—
El ruso retoma el ritmo de nuevo y mis caderas se mueven con las suyas en movimientos sincronizados como si ambos encajáramos de una manera especial, como si nuestros cuerpos fueran hechos de manera perfecta para encajar uno con el otro.
Mis pensamientos pierden su curso cuando su boca se adueña de la mía y gruño con placer cuando sus manos amasan mis pechos con fuerza, pellizcando mis pezones. Mis manos suben hasta su cuello para atraerlo más a mí, profundizando el beso y sonrío contra su boca para después morder su labio inferior suavemente lo que le saca un gruñido bajo. Suelto mis labios de los suyos para bajarlos por su cuello y con una pequeña travesura, muerdo la piel de su cuello hasta dejar una marca. Su risa hace eco en el lugar.
—No te quejes después...—
—Da igual— respondo suavemente— para que presumas que un demonio te ha dado una buena tirada de tu correa...¡Ah!—
Suelto un gemido bastante alto de placer cuando baja una de mis piernas para colocarla en su hombro y penetrarme con más fuerza, las paredes de mi coño aprietan con más vehemencia su polla enfundada en el látex del condón, pero eso no me impide sentir la dureza de su miembro y vientre que se tensa cada vez más con nuestros movimientos, señal de que está cerca del orgasmo al igual que yo.
—¡Ethan...!—
Mi grito es callado por su boca en el momento en que llego al orgasmo y sus manos aprietan mis muslos con fuerza, como para mantenerme en mi sitio mientras me sigue penetrando con fuerza hasta que se corre en el condón, su gemido de liberación muere en mi boca de nuevo y nos seguimos besando un par de segundos más, mi lengua compite contra la suya en busca del dominio en el beso. Sonrío, porque incluso en la cama no dejamos de retarnos por el control del momento, no sé porqué, pero eso me parece algo excitante.
Nuestras respiraciones entrecortadas hacen eco en la habitación, en algún momento de la noche luego del sexo en mi oficina, Ethan se ofreció a terminar todos nuestros asuntos en su apartamento y por alguna razón que desconozco— aunque probablemente sea el alcohol en mi sistema —accedí, donde las ultimas tres horas hemos tenido sexo descontrolado en la cama, no tengo ni la más minima idea del por que no puedo saciarme de este maldito perro sarnoso.
Probablemente, mañana terminaré arrepintiéndome de esto, pero en estos momentos me tiene sin cuidado la culpa de follarme al sarnoso.
Dado que folla bastante bien, el cabrón.
Demasiado para mi gusto.
Ethan baja suavemente mi pierna de su hombro y suelto un pequeño gruñido cuando su polla se mueve en mi coño de manera suave, como si fuera una caricia de una pluma. Cosa que le causa cierta gracia y arrogancia al ruso que tengo encima de mí, sus manos se apoyan a ambos lados de mi cabeza para que su peso no me aplaste. Nuestras miradas se encuentran de nuevo y el deseo que veo en sus ojos grises verdosos, me dice que no ha tenido suficiente de mí.
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Atractiva Seducción (HDLF #1)
Fiction généraleHerederos de las Flores #1 Anastasia Becker y Ethan Stirling son dos personas totalmente opuestas pero al mismo tiempo completamente iguales en lo que respecta en su ambición por el poder y demostrar quién es el mejor. De niños eran las personas má...