Atractiva Seducción (HDLF #1)

Capítulo 10

Anastasia.

No tardamos mucho tiempo en volver al castillo de mis padres. Ethan me seguía de cerca y nuestros guardias también, mientras conduzco asimilo la loca propuesta que me ha hecho el ruso y que de alguna manera, he aceptado.

Hacer real el rumor.

Definitivamente, es una completa locura.

Estacionamos en la entrada del castillo y sin perder más el tiempo, ambos entramos para ir hacia la sala de estar, donde de seguro nos están esperando todos, en especial mi padre con un cabreo de los mil diablos.

Es raro ver a papá enojado, pero cuando lo hace es mejor no estar en su camino.

—¡Dominick! ¡Papá! ¡Tío!—

Exclamamos todos los que estamos presentes, en el momento en que ponemos un pie dentro de la sala de estar, veo una melena rubia abalanzarse hacia Ethan, y lo próximo que veo es su cuerpo en el piso con un pequeño hilo de sangre saliendo de su boca. Me apresuro a tomar su brazo para ponerlo de pie y sin saber por qué, coloco su cuerpo detrás de mi espalda para levantar mis manos en señal de paz ante los ojos azules llenos de furia de papá.

—Muévete, Ana. Que lo voy a matar, dudo que Sevastien extrañe al cabrón de su hijo—

—Dominick, por el amor a Lucifer. Cálmate— interviene mamá.

—¡No puedo, hase! ¡Tocó a mi demonio! ¡Mío!— gruñe con molestia— Ana, muévete. ¡Ya!—

—¡No!— exclamo de la misma manera que él— ¡No tienes de qué quejarte, papá! ¡Tu también apostaste para saber si dormía con Ethan en menos de una maldita semana!—

—¿¡QUE!?—

El grito de mamá, es todo lo que necesitamos para que un pesado silencio caiga en la sala. Mis primos, hermanos, tíos y yo tragamos saliva con fuerza al ver como la molestia y furia brillan en los ojos marrones de mamá hasta convertirse en casi negros, fijos en un solo objetivo.

Papá.

Dominick Becker palidece de golpe ante la mirada aniquiladora de su esposa y traga saliva con mucho más fuerza que nosotros. Todo su enojo se ha ido al caño para ser reemplazado por un temor que solamente veo, cuando mamá realmente está enojada con él y es momento de correr por nuestras vidas en busca de otro lugar para vivir.

—Hase...—

—¡Más vale que me tengas una maldita explicación para lo que está diciendo nuestra hija, Dominick Becker!— grita más fuerte— ¡Y la quiero ahora, demonio alemán de purgatorio infernal!—

Doy un pequeño paso atrás chocando con el pecho de Ethan, quién coloca sus manos encima de mis hombros suavemente. Se inclina ligeramente a mi oído, me estremezco pero no de placer si no con cierto miedo al ver la expresión furiosa de mamá hacía papá.

—¿Qué tan enojada está?— susurra.

—Bueno...—

Mamá resopla por lo bajo mientras cruza sus brazos encima de su pecho y sus ojos marrones que normalmente suelen ser algo oscuros, ahora parece ser completamente negros y podría jurar, que está pensando en diferentes maneras de matar a papá y de paso a nosotros, con tal de no dejar testigos.

Río con cierto miedo por lo bajo, inconscientemente me pego más el pecho de Ethan y sus manos se aferran más a mis hombros, como si buscáramos una manera de protegernos uno al otro, miro a mis hermanos quienes tienen la intención de levantarse e irse. Niego por lo bajo, saben que si se mueven y mamá, los descubre...