Capítulo 24

15.7K 934 229
                                    

Anastasia.

Condado de Fier, Albania.

Satisfacción.

Eso es lo que siento en estos momentos, al ver como el rostro de Edmon Stasiak se enrojece del coraje ante las palabras de Ethan, mientras termina con la llamada con el insecto. Río por lo bajo sin dejar de observar cómo se coloca de pie mientras sus guardias van a socorrerlo y mi sonrisa se ensancha, cuando al insecto de Alik, llega a su lado. Muevo mi mano hacia mi novio, quién hace un par de cambios en el control de explosivos que he armado, niego divertida antes de hablar.

—Bebé, el insecto número dos está en el rango...—

—Un segundo, dulzura—

—Et, en un segundo se irá—

—Ya casi...— escucho como corta un par de cables— a tu señal, demonio—

—Espera...— hago una mueca— una familia con muchos mocosos está pasando por su lado, por sus expresiones idiotas, son turistas. Ni siquiera se toman la molestia de mirar a su alrededor, ante el desastre que hemos hecho—

—De acuerdo...— responde— ¿Cuantos mocosos son?—

—Ah...— hago una cuenta rápida, me horrorizo— joder, son ocho. Y podría estar segura que el más pequeño, no es hijo del hombre—

—Mierda, eso si es un equipo de fútbol— masculla, nos reímos ante nuestras idioteces— ¿Cómo sabes que el más pequeño no es hijo del hombre?

—Es pelirrojo— detallo un momento a la familia— y ambos padres, son rubios— bajo los binoculares, se los paso— mira por ti mismo, sarnoso—

Ethan, toma de regreso los binoculares para observar a la familia, silba con cierta impresión a la cantidad de niños que pasan corriendo a lado de Alik y Edmon mientras los más pequeños, se detienen en el escaparate observando un par de cosas, señalando cualquier baratija que encuentren para que sus padres se los compren.

—Demonios...— murmura mi novio, asiento— ¿Como diablos podrán con ocho hijos?—

—Esa es una muy buena pregunta— me estremezco— menos mal, que mi tirada es para uno solo. A duras penas, podemos con nosotros mismos...— se ríe— con un mocoso, me basta y sobra—

—¿Solo uno, dulzura?—

—Solo uno— determino, sus ojos grises se encuentran con los míos y sonrío de lado— soy egoísta, sarnoso...—

—Y soberbia—

—Eso también— afirmo, se ríe— suficiente tendré que lidiar con tener que compartir lo que es mío con él o ella, así que, ya hay mucha benevolencia de mi parte en eso, como para querer seguir compartiendo—

—Buen punto— frunce sus cejas ligeramente— ¿Sabes? Tengo el mismo pensamiento—

—¿Que somos benevolentes en tener que compartirles el amor de pareja a nuestros futuros hijos?—

—Exactamente— asiente, sonrío tenuemente— no me molesta la idea de ser padre, realmente. Pero no tengo la benevolencia suficiente, para compartir las tetas de su madre con más mocosos, nada más que con uno...— río por lo bajo— así que, solamente será uno. ¿Soy egoísta por tener un solo hijo para compartir con su madre? Sí, ¿me importa lo que las demás personas piensen de eso? Absolutamente, no—

—Estamos en la misma sintonía, sarnoso— chocamos los cinco, vuelve a observar por los binoculares, me pasa el control— ¿Quieres que yo lo haga?—

—Es tu turno— me mira un momento antes de sonreír, regresa su mirada a los binoculares— dulzura, la familia de turistas se está yendo...—

—A tu señal, bebé—

Atractiva Seducción (HDLF #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora