Capítulo 23

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Ethan.

Todos en la sala nos quedamos en un profundo silencio, la información que Emma había conseguido era lo bastante poderosa para dejarnos con la boca abierta del asombro, suspiro con cierta pesadez al saber que parte mi instinto no ha fallado de nuevo.

Algo en mí lo decía.

Después de escuchar las palabras de cada lacayo vivo que encontrábamos de la mafia albanesa junto a las del insecto número uno, me puse analizarlas a más profundidad. Sobre todo, por las menciones entre el pasado, presente y futuro de mi familia en específico, en su afán de quitarnos a nosotros del trono rojo.

Ahora, todo tiene sentido.

—Diría que me sorprendo, realmente— rompo el silencio— pero no es así, algo me decía que tenía que ver con el pasado a jodernos las pelotas a nosotros— suspiro, todos asienten. Miro a Emma— ¿Que encontraste de Edmon?—

Su rostro se ensombrece severamente, señal de que tampoco es para nada buena la noticia que me va a decir, suspira pesadamente antes de mostrar las fotografías del sujeto que se ha atrevido a tocar a mi novia, la mano de Anastasia sigue aferrada a la mía y agradezco su contacto cálido.

De acuerdo, las malas noticias no acaban aquí, señores— habla mi prima— nuestro segundo problema es Edmon Stasiak...

—Ajá— respondo—¿Qué más?—

—Su nombre completo es Edmon Stasiak Belova, ¿les suena?—

—¡Me tienes que estar jodiendo, Koch!—

Nos sobresaltamos ante el grito colérico mezclado con frustración de mi padre, hasta mamá se sorprende un poco ante su exaltación antes de que suspire con cierta tranquilidad, se pone de pie para abrazar a papá por su hombro, se tensa un momento antes de seguir pasando sus manos por su rostro.

—Me lleva la mierda...—

—Muñeco...—

—Ahora no, muñeca— mi madre me mira y asiento, lo mejor es que acomode un poco su cabeza por un par de segundos, si no es capaz de decir cosas hirientes. Se ríe secamente, observo a mi tío Serguei, quién suspira también— déjame adivinar, ¿el cabron ese hijo de puta es de Sheila Belova?—

Desgraciadamente, así es...— responde mi prima con cautela, intentando no alborotar el enojo de mi padre— lo siento, tío Sevastien. Ojalá, las cosas fueran distintas

Nos volvemos a quedar en un pesado silencio, hasta que siento un pequeño tirón en mi mano y miro hacia Anastasia, quién tiene el ceño ligeramente fruncido antes de que se incline a mi oído para murmurar por lo bajo.

—¿Quién es ella?—

Asiento. Cierto, ella no lo sabe. Porque cuando todos nos enteramos del trasfondo de la historia de mis padres, yo todavía no la conocía y la distancia de los años hicieron lo suyo para contarsela alguna vez.

Sin contar, que es una historia que no vale la pena contar, porque al final solo importaba el amor ruso que se tienen mis padres, para ser felices.

Tiro de ella un poco más para que se quede un poco más pegada a mí, para murmurar de manera corta la historia. Observo, como mamá trata de tranquilizar a papá ante su arranque mientras que él, se mantiene perdido en sus pensamientos.

—Sheila Belova, era la segunda mujer con la que mi padre iba a casarse— sus cejas se arquean en sorpresa, asiento— no lo hacía por amor, ciertamente. Semanas antes de volver a verse con mamá, tuvo una aventura ebrio con ella y quedó embarazada. Meses después, cuando mis padres ya estaban consolidados en su relación, aparecieron en Londres con la exigencia de que él bebé que esperaba era suyo...—

Atractiva Seducción (HDLF #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora