Capítulo 04

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Anastasia.

Mis dedos aprietan con fuerza el cuello de la copa de vino mientras que la sonrisa falsa se mantiene hacia el sarnoso al cual quiero castrar con tal de borrar la suya engreída de su rostro, de preferencia si le arranco los labios con uno de mis cuchillos, comienzo a recordar que era lo que no extrañaba de este idiota con complejo de perro macho alfa.

Su odiosa arrogancia.

Admito que yo también tengo lo mío, bueno, es más soberbia que arrogancia.

Pero la arrogancia de este ser en particular que desperdicia parte del oxígeno decente a las personas que realmente lo necesitan, me irrita y empeora mi mal humor, sin mencionar que mi noche de descanso se fue al caño por sus malditos ojos grises que aparecieron sin previo aviso en mis sueños.

Como me gustaría arrancarle los ojos.

Sobre todo cuando insinuó que yo era más amargada que él, claramente el imbécil tiene un problema de personalidad múltiple porque desde que lo conozco desde hace más veinte años, siempre ha vivido con el ceño fruncido de mierda.

Respiro profundamente para no caer en su pequeño juego de arrogancia para sacarme de quicio, Emma y Renzo son una cosa.

¿Ethan Stirling?

Es la peor de mis desgracias.

Nuestra guerra de miradas no se detiene ni siquiera con la llegada del postre que es pastel de chocolate, todos comemos en silencio luego de que mi madre me sentenciara a salir el viernes por la noche, aunque lo que ella no sabe que de todos modos tendría que ir al Hölle a hacerme cargo de unos pequeños asuntos como lo es cada viernes.

Terminé ganando de todas formas.

Mis padres no mienten cuando dicen que sus cuatro hijos son unos adictos al trabajo.

Renzo, con las empresas de papá, parte de las joyerías y el sindicato de asesinos infernales.

Yo con la galería de arte, el Hölle, el tráfico de diamantes y las joyerías.

Demian, en su nuevo trabajo como abogado senior en el bufete de la tía Vivianne, que tiene en Berlín.

Maxim, como arquitecto en una de las mejores constructoras de Berlín, donde tiene un nuevo proyecto para la construcción de un hotel.

Sí...

Que seamos unos adictos al trabajo, es herencia de papá.

Principalmente porque yo me llevo el primer puesto de ser una adicta al trabajo sin descanso que se esconde detrás de la excusa que me gusta la perfección y las cosas bien hechas, aunque tampoco es una gran mentira, pero no deja de ser una verdad a medias.

Todavía duele un poco al pensarlo.

Ciertamente, el año pasado fue lo peor que me pudo en la vida principalmente por que estuve cerca de cometer uno de los errores más grandes de mi existencia y mi familia, es consciente de que no me he recuperado al cien por ciento de la peor ruptura amorosa hacia mi corazón que se ha hecho de piedra ahora.

¿Cómo es posible que las personas que entregamos años y tiempo de nuestras vidas por alguien que creemos especial, suframos apuñaladas como estas?

Más que dolor hacia Adler— mi ex prometido —es el coraje de saber que has dado todo de ti y al final, cabrones como ese hombre solo juegan contigo, posteriormente viene el enojo y odio hacia a ti mismo, al saber que tenías la sospecha y no quisiste hacerle caso a tus instintos por creer en esa persona que amabas.

Atractiva Seducción (HDLF #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora