Capítulo 39

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Anastasia.

Nueva York.

Respiro profundamente mientras que los sistemas de seguridad en el área en que el vamos a hacer el nuevo atraco, Calipso a mi lado mueve sus piernas ligeramente de un lado a otro a la par que termino de revisar que los arneses estén bien asegurados y firmes para nuestra acción, sonrío tenuemente hacia mi cuñada.

—¿Nerviosa?—

—Un poco— responde, se acomoda los guantes de cuero— ¿Qué pasa si lo hago mal? ¿Me matarás?—

Río por lo bajo mientras niego suavemente, me acerco a ella para asegurarme que su arnés tenga reforzamiento antes de que le responda. El aire fresco de Nueva York, me golpea en el rostro desde el techo del MET, se siente agradable.

—Siempre existe un plan B, Cal— respondo, hago un par de nudos, tiro un poco de él— ¿Se siente firme?— asiente, sonríe— siempre tenemos planes de repuesto, somos expertos pero a veces la suerte nos la juega chueco—

—¿Y si arruino el plan B?—

—Hay plan C...— asiente lentamente, antes de que abra la boca. La interrumpo en su pregunta— también, hay plan D—

Se ríe por lo bajo.

—De acuerdo, de acuerdo. Lo entendí— suspira por lo bajo, para tomar una respiración profunda que para tranquilizarse— ¿Que vas a hacer con la pintura?—

—Ponerla en el comedor de mi apartamento— respondo con sinceridad, sus cejas se arquean con sorpresa y sonrío de lado— no pienso dejar que vuelva a vagar por el mundo, será mía. Realicé falsificaciones exactas a la original para dejar una en el museo y una para venderla al mejor postor—

—Oh, entiendo...— se queda en silencio de nuevo, ajusto mi arnés también— ¿Las obras que están en tu galería son originales?— sonrío un poco más, sus cejas se arquean un poco más— mierda...eres más rica que mi hermano— río mientras asiento— por eso no las vendes—

—No— confirmo sus dudas— cada una de las obras que están en mi galería, son originales. Simplemente, vendo falsificaciones completamente iguales que incluso, ningún experto en arte podría identificar a detalle—

—En pocas palabras. Eres estafadora también—

Asiento, le guiño el ojo.

—Lo llevo en la sangre, así que, debía sacarle algún provecho—

—Eso es increíble— responde— ¿De quién fue la idea de comenzar con los robos?—

—Mía y de Renzo— hablo, me escucha con atención— hicimos nuestro primer robo como a los...¿veinte? Creo. Fue un cuadro perdido también, valorado en unos veinte millones de dólares. Vendimos el original por el menor precio, posteriormente vendimos una réplica completamente exacta del original, por el precio casi triplicado— me río con cierta sorna— es increíble cómo los ricos en algunas ocasiones, se desviven por tener siempre lo mejor para sentirse superiores a los demás de la sociedad de élite—

—Sin saber que los hace de menos valor para nosotros— termina, asiento— ¡Vaya! Nunca me imaginé que el negocio de tráfico de arte, fuera tan lucrativo—

—Cuando tienes conocimiento, amor y ganas de mezclarlo con tu vida ilegal. Tiene muchos frutos, ciertamente—

Nuestra conversación se corta en el momento en que escucho como mi auricular se acciona para que la voz de Ethan, llene mis oídos y una pequeña sonrisa se pinta en mis labios, cosa que no pasa desapercibido a Cal, pero opta ignorarme, escuchando las palabras de su hermano.

Atractiva Seducción (HDLF #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora