Ethan.
Tengo que apretar mis labios para no echarme a reír ante el gesto enfurruñado de Anastasia, cruzo mis brazos encima de mi pecho mirando detalladamente cómo la pequeña dulzura de ojos azules, intenta demostrarme que está lo suficientemente coordinada para hacer las cosas por sí misma.
Claramente, no lo está.
La apuñalaron hace apenas dos días y ya se cree el demonio maravilla.
¿Honestamente?
No me sorprende, viniendo de ella.
Todavía tiene los puntos y aunque es buena ocultando el dolor en sus ojos, no paso desapercibido las pequeñas muecas que hace cuando su abdomen se estira de más ante el esfuerzo, los puntos suelen ser tirantes más si hay algunos de manera interna tal como es el caso de Anastasia.
Resoplo por lo bajo con cierta diversión.
Demonio terco.
Vamos a ver, cuánto dura su terquedad para que finalmente, acepte que necesita mi ayuda para algo tan sencillo y banal, como lo es darse un baño.
—Deja de reírte, sarnoso cabron— se queja, sonrío de lado— puedo oler tu diversión y arrogancia hasta acá—
—No me río, simplemente...— ladeo mi cabeza al ver que intenta por quinta vez, levantarse de la cama sin mi ayuda— ¿Necesitas ayuda, dulzura?—
—No— gruñe, río entre dientes— yo puedo—
—Eso me dijiste hace...— miro el reloj de mi muñeca— veinticinco minutos y sigues en la cama— bufa— dulzura, será mejor que te apures por que el jet, no tardará en estar listo—
—¡No me apures, sarnoso!— chilla con indignación, río un poco más fuerte— ¡Borra la sonrisa de tu rostro, Ethan!—
—Lo siento, pero no puedo— respondo con sinceridad— es increíble, hasta donde llega tu terquedad, Anastasia—
Finalmente, me acerco hasta donde se encuentra para intentar ayudarla pero ni siquiera pongo una mano encima de ella, por que las golpea para que me aleje y no la toque, suelto una carcajada ante sus cejas fruncidas por el enojo mezclado con frustración.
—¡No me toques! ¡Yo puedo!— refuta como niña pequeña, ruedo los ojos— ¡Déjame en paz, sarnoso! ¡Lárgate a perrolandia con tu manada!—
—Dulzura, no seas mimada y caprichosa—
La sonrisa en mi rostro crece ante su falsa mirada aniquiladora, realmente la actitud infantil de Anastasia, en vez de molestarme, me causa cierta ternura por los gestos de sus cejas y los pequeños pucheros que hace en sus labios, en un claro mensaje de obstinación hacia a mí.
—¡No soy mimada, ni caprichosa!— refuta con un chillido— ¡Soy una adulta de veintisiete años!—
—Ajá, ¿qué más?—
Cruza sus brazos encima de su pecho y no puedo evitar reírme, cuando sus mofletes se tornan rojos ante la pequeña rabieta de niña pequeña de cinco años, niego divertido y cruzo mis brazos de la misma manera que ella, arqueo una ceja.
—Bueno, si eres una adulta, supongo que eres capaz de aceptar ayuda, ¿no, demonio?—
—Sí— responde— pero, no necesito tu ayuda, sarnoso—
—¿Por qué no?—
—Por que no quiero—
—Bien, lo haremos a mi manera— miro mi reloj de nuevo— tienes exactamente, dos minutos para levantarte de esa cama e ir en dirección al baño a darte una ducha. Si no, te tomaré en mis brazos y yo mismo te voy a llevar, ¿entendido?—
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Atractiva Seducción (HDLF #1)
Fiksi UmumHerederos de las Flores #1 Anastasia Becker y Ethan Stirling son dos personas totalmente opuestas pero al mismo tiempo completamente iguales en lo que respecta en su ambición por el poder y demostrar quién es el mejor. De niños eran las personas má...