Capítulo 22

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Anastasia.

Ethan termina con su relato en un último suspiro pesado, simplemente me quedo en silencio procesando cada una de sus palabras al conocer toda la historia completa del nombre de Viera, pero solamente puedo pensar una sola cosa.

¡Que perra!

Sé que está mal insultar a nuestra propia especie— no es que me importe mucho al final de cuentas. No tengo principios, ni moralidad de las mujeres que hacen daño a otros con tal de ver su beneficio —pero, no puedo evitarlo por que realmente, Viera era una auténtica perra en todas las letras por haber jugado de esa manera con Ethan, solamente por haber nacido en la familia que nos ha tocado.

¿Que culpa tenemos nosotros de tener la sangre que nos corre por las venas?

Ninguna.

Así como no tenemos la culpa de ser el pago por los pecados de nuestros padres, ese es el único aspecto en el que somos inocentes, nacer en la cuna de sangre de la mafia en especial, en una de las cuatro grandes.

Observo cómo mi novio de manera inconsciente, lleva una mano a su espalda donde están las cinco heridas de bala que lo han tocado, coloco una mano encima de la suya antes de que se deslice por toda su espalda. Al principio, noto como se tensa ante mi toque para después relajarse contra mi mano, sonrío un poco ante el efecto tranquilizador que le puedo causar a un hombre como él.

Sin decir alguna palabra por mi parte, envuelvo mi brazo alrededor de su hombro para colocar mi cabeza en él, suspiro con cierta tranquilidad al saber que la duda y curiosidad se han ido de mi cabeza, coloco mi barbilla en su hombro y beso su mejilla suavemente, sonríe un poco antes de inclinarse a mi toque.

—Estoy aquí, bebé...— murmuro, asiente con la mirada pérdida— estoy, para cuando me necesites—

—Lo sé, dulzura— sus ojos grises me miran con cierto cariño que me pone las mejillas rojas— simplemente, no dejes de abrazarme, Anastasia, ¿de acuerdo?—

Afirmo más mi agarre antes de pasar mi otro brazo por su hombro, estrujándolo más a mí, lo que le saca una risa suave y sonrío ante el pequeño hoyuelo que se forma en su mejilla. Pierdo ligeramente el equilibrio de mi lado izquierdo, su brazo serpentea hacia mi cintura para atraerme más a él y no deja de reírse por lo bajo.

—Tampoco, para que me saques el relleno, dulzura— río, arquea una ceja— te quedarás sin un oso de felpa para abrazar por las noches—

—No eres mi oso de felpa— respondo con una sonrisa, me pego más a su cuerpo sin despegar mi cabeza de su hombro— eres mi lobo de felpa, Ethan—

—¿Entonces me hago a la idea de que nunca vas a dejar de abrazarme?—

Asiento sin borrar mi sonrisa para volver a mirarlo a los ojos quienes no dejan de escrutarme con el mismo cariño de hace un momento, beso brevemente sus labios antes de su mano se entrelace con la mía, mi pulso se acelera al igual que los latidos de mi corazón.

—Nunca— respondo con seguridad— nunca voy a dejar de abrazarte, Ethan—

—Eso espero, dulzura—

Volvemos a quedarnos en un cómodo silencio mientras observamos la gran vista que hay frente a nosotros, el viento mueve mi cabello y golpea en mis mejillas de manera agradable. Sigo acariciando la espalda de Ethan con una de mis manos, sin dejar de abrazarlo. Disfruto del momento íntimo entre ambos cerrando mis ojos, antes de hacer una pequeña pregunta.

—¿Ella realmente está muerta?—

Asiente suavemente, antes de suspirar.

—Lo está— responde seguro— Patrick, se encargó de desaparecer su cuerpo en diferentes partes de Rusia, para que nunca la encontraran— escucho con atención— no tenía familia y su reputación dentro de la policía, era muy cuestionable—

Atractiva Seducción (HDLF #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora