Capítulo 18

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Anastasia.

Observo el gran letrero del restaurante con cierto asombro, la sonrisa de Ethan brilla con cierta emoción y nerviosismo, lo que me causa cierta ternura porque baja sus brazos para meter sus manos en los bolsillos de su abrigo, la noche estaba algo fresca en Moscú, pero eso no impedía que el ruso tuviera sus planes.

No cenaremos con mis suegros.

Menos mal.

No es que me moleste cenar con los tíos Sevastien, Rea, Nidia y Serguei, junto al abuelo Viktor y mis primos. Las cenas son agradables con ellos, sobre todo por las locuras de mis suegros, quienes volvieron hace un par de días de su viaje de aniversario y se armó todo un revuelo, sumando a que yo estaba aquí por mi herida.

Cenamos con ellos casi todos los días.

Aunque me gustaría tener un par de momentos a solas con Ethan.

Y creo que parece haber comprendido mis pensamientos, por que me ha traído aquí.

Al lugar donde fue nuestra primera "cita" que dijimos en nuestra mentira.

—Demonio, ¿he dicho que me asustas cuando te quedas en silencio?—

Río por lo bajo ante su pregunta, saliendo de mis pensamientos y niego divertida, mientras me acerco a su lado con las manos en los bolsillos de mi abrigo.

—Lo siento, es que...— miro el interior del lugar— no pensé que fueras a traerme aquí—

—Bueno, supongo que después de pasar casi una semana completa en casa de mis padres para la cena. Me dije: debo sacarla de ahí, antes de que se de cuenta de la locura de mi familia y se suicide con cianuro— río de nuevo— también pensé, que sería bueno hacerlo—

—¿Que cosa?—

—Recrear nuestra cita falsa— responde seguro, sonrío de lado— sé que nuestro contrato es por seis meses, pero no quiero que solamente sea un contrato a papel— escucho con atención— quiero darte recuerdos bonitos, dulzura. Así, cuando se termine el contrato no seré el idiota que te ha dado dolor—

Mi corazón se acelera ante sus palabras y Ethan, se acerca a mi espacio personal para tomar mi cintura en sus manos e inclina su rostro para besarme, siento como las mejillas se me ponen rojas.

—Estando aquí, planeo sacarle provecho a tu estadía aquí, Anastasia— asiento, me besa brevemente de nuevo— aparte, necesitaba pasar un tiempo a solas de la locura de mis padres—

—Admito que yo también, deseaba pasar un rato a solas— sonríe— adoro a mis suegros, claro está, pero, creo que no podría escuchar otra aventura de tu madre, cuando estaba soltera en Londres—

—Lo sé— se ríe— mamá en su soltería, vivió muchas cosas. Papá dice que ya estaba así de loca, cuando la conoció—

—¿Que tan cierto será lo del árbol?—

—Muy cierto— me asegura, no dejo de sonreír— cuando mis padres estaban en su décimo aniversario, fuimos a Italia a casa del tío Enzo, ya sabes...—

—Les encanta jugar con la paciencia del tío Enzo, en su casa— afirmo, asiente.

—Flavio nos dió una pelota para jugar, fue cuando conocimos a Leandro y nos hicimos amigos— sigue contando— jugamos por un par de horas hasta que Patrick, pateó la pelota con mucha fuerza que terminó en la copa de un árbol. Me subí al árbol para bajarla, no estaba ni siquiera a la mitad de llegar cuando a papá casi le da un infarto al verme ahí arriba—

—No puede ser— me carcajeo— ¿Qué más pasó?—

—Gritó a los cuatro vientos que mamá había hecho lo mismo, y que no había terminado bien—

Atractiva Seducción (HDLF #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora