Ethan.
Dolor.
Eso era lo que sentía al ver todo los daños que había sufrido Anastasia a manos de Edmon, mientras que la tomaba en mis brazos para pegarla a mi pecho a la par que las lágrimas se deslizaban libremente por mi rostro, ante el alivio al sentir los latidos de su corazón contra el mío.
Eran débiles, pero al mismo tiempo llenos de fuerza.
En una fuerza para querer seguir viviendo.
—Aquí, dulzura. Estoy aquí— susurro en su cabello, meciéndome de forma suave en busca de darle más calor con mi cuerpo— he venido, tal como te prometí. Estoy aquí, no pienso irme...—
Muevo un par de mechones de su rostro junto a algo de tierra para mirarla mejor, parte de mi alma se rompe en varios fragmentos al ver los golpes que tiene en su hermosa piel al igual el corte que tiene en uno de sus pómulos y uno de mis dedos, acaricia su mejilla de forma suave para no hacerle más daño y más lágrimas, se deslizan por mis mejillas.
Lucifer santo, ¿que tanto te hicieron?
Pego su cuerpo más a mi pecho, sin la intención de soltarla de mis brazos nuevamente por temor a que desaparezca como hace cuatro días. Simplemente, me muevo hacia adelante y atrás de forma suave en busca de consolarla ante el daño que ha sufrido.
—Lo lamento, dulzura— murmuro en griego de forma en que nadie, a excepción de mi padre, entienda— perdóname, Anastasia. Lamento haber llegado tarde, lo siento...—
—Hijo...— el susurro de mi padre en el mismo idioma, me saca un momento de mi trance y niego sin la intención de soltarla, la pego más a mi pecho— necesitamos llevarla al hospital—
—Lo sé— respondo en tono bajo, pero el dolor de mi pecho mezclado con el miedo a que le pase algo sí la suelto, es más fuerte que yo— tengo miedo, papá. No la quiero soltar...— niego con cierta desesperación— tengo miedo...miedo a que sí la suelto, se vaya de nuevo...—
—Lo sé, hijo— el tono de mi padre, se suaviza varios grados como si comprendiera— sé que ese es tu mayor temor. Yo lo he sufrido, lo entiendo perfectamente...—
—No la quiero soltar— pego a Anastasia, más a mi pecho mientras que escucho varios pasos en nuestra dirección— no puedo, no puedo...—
—Ella estará bien, ¿de acuerdo?— no pierde el tono tranquilo de su voz, algo en mi interior logra calmarse pero no es suficiente, para que la desesperación se vaya. Mis brazos se aprietan alrededor de la mujer que amo— es fuerte al igual que tú, ambos lo son, ¿entendido? Ambos lograrán salir de este gran bache de mierda, lo sé...—
—Sé que ella es fuerte— murmuro— pero tengo miedo a no poder serlo con ella, tengo miedo a no poder ser el pilar que necesita cuando todo el mundo se venga encima. Tengo miedo que cuando su mundo se derrumbe, no pueda llegar a ella a tiempo a sostenerla. Miedo a que se vaya de mis brazos, no puedo, papá— la respiración se me entrecorta de forma errática— no puedo, papá...—
—Sí, sí puedes, hijo— me corta en tono un poco más duro, pero no pierde su tranquilidad aunque sus ojos grises griten lo contrario— no están solos en todo esto, ¿entiendes eso? Todos estamos aquí. Todos. Y todos, saldremos adelante con ustedes...— asiento sin dejar de derramar lágrimas— juntos. Como la familia que somos—
—Entiendo...—
El pecho me arde en un dolor profundo y agudo que me cuesta respirar, mis brazos se siguen aferrando al cuerpo de Anastasia mientras que los pequeños latidos de su corazón, calman una parte de los míos, pero no calman el miedo ante que la mínima posibilidad de que se vaya, se haga realidad.
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Atractiva Seducción (HDLF #1)
Aktuelle LiteraturHerederos de las Flores #1 Anastasia Becker y Ethan Stirling son dos personas totalmente opuestas pero al mismo tiempo completamente iguales en lo que respecta en su ambición por el poder y demostrar quién es el mejor. De niños eran las personas má...