CUATRO.

6.7K 847 242
                                    

El frío aire de la noche golpeaba mi rostro, provocando un leve temblor en mi cuerpo mientras mi vista viajaba por las oscuras y desérticas calles de la ciudad

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


El frío aire de la noche golpeaba mi rostro, provocando un leve temblor en mi cuerpo mientras mi vista viajaba por las oscuras y desérticas calles de la ciudad.

No se oye nada.

Ni autos, ni animales, ni... Ni música.

¿Dónde está la juventud? ¡Es viernes!

Era - de cierta forma - inquietante, podría escuchar el sonido de mis propios pasos y de vez en cuando me giraba a verificar que nadie me estuviera siguiendo.
Claramente no era así, pero el simple hecho de no oír nada me ponía nervioso. Me estremezco

¿Por qué todo es tan silencioso?

Entonces frunzo el ceño, deteniendome rápidamente en cuanto veo una fina figura meterse a uno de los callejones más adelante de mi.
Siento mis piernas temblar de miedo pero me relajo un poco viendo como otra persona parece adentrarse al mismo lugar.

¿Van a robarme?

¿Debería simplemente darme la vuelta y fingir que no vi nada?

Había algo que odiaba de mí, y era lo curioso que podía llegar a ser en momentos como este. De pequeño solía meterme en muchos problemas por mi curiosidad.
Lo odiaba, si, mucho. Pero eso no impide que camine lentamente hacia la entrada del callejón, encontrándome con la nada misma.

El callejón era lo suficientemente grande como para meter un auto, podía ver algunas luces provenientes del fondo, porque no había fondo. El lugar parecía incluso más grande si llegabas al fondo.
Caminé en él hasta el final. Me encontré con caminos de tierra ocultos en grandes arbustos que iban directos a pequeñas casas con muchas luces y algo de música.
Parecía a simple vista un pequeño pueblo abandonado.

La música no era lo suficientemente alta como para ser una fiesta, pero debo de admitir que llamaba un poco mi atención.
Vi a un grupo de chicos divertirse a lo lejos, bebían, bailaban, besaban y podría decir que había visto a algunos fumar hierba.

Luego de unos minutos, término por darme la vuelta y volver a mi camino principal.

Chris seguramente me está esperando.

La verdad es que había salido a caminar para calmar mi ansiedad, aunque eso no ayudaba mucho.
Me distraje en el camino con un perro gigante que al principio creí que me comería, pero al final simplemente se sentó frente a mi y dejó caer una pelota sobre mis pies.

Le temí, pensé que al tomarla me arrancaría todos los dedos de la mano. Pero agradezco que no fue así.

Jugó un rato conmigo y cuando decidí que era momento de volver a casa ese perro simplemente se marchó. En el trascurso me pregunté si aquello había sido mi imaginación o realmente había pasado.
Quiero decir, no es como si esas cosas no pudieran pasar, pero el perro se fue cuando yo estaba a punto de irme. Es como si de alguna manera él supiera que ya debía irme entonces prefirió irse primero.
O quizás estaba esperando a que yo lo hiciera.

Simplemente no podía saberlo, pero sin duda fue algo raro.

-Tardaste mucho.-Dice Chris.-¿Algo pasó?

-No, solo me distraje. -me encojo de hombros.-Ya sabes, me tomé el tiempo de conocer el pueblo y todo eso.

Chris asiente mientras lee algunos papeles sobre la mesa.

-¿Trabajo?

-Sabes que nunca tengo descanso.-hace una mueca con sus labios. -Hay de comer en el microondas, te acompañaré en unos minutos.

Al final terminé cenando solo, Chris no había terminado su trabajo. Se había quedado medio dormido en la silla. No quise molestarlo así que simplemente lo dejé ahí mientras me dirigía a mi habitación.

Paseé por la oscuridad hasta detenerme frente a la ventana. Miré a traves de ella durante unos segundos viendo una silueta esconderse entre la oscuridad de la noche. Si estuviera en Londres entonces ya me habría asustado, quizás hasta habría llamado a la policía.
Pero el pueblo era privado, nadie podría simplemente entrar como si nada.

Contemplé esa figura unos minutos más, se camuflaba entre los árboles y paredes de las casas, como si lo que estuviera haciendo fuera ilegal.

¿Debería llamar a seguridad?

Lo veo sacar una llave de su bolsillo y segundos después se adentra a la casa vecina.
Me quedé ahí durante un rato, esperando alguna actitud sospechosa que me obligara a llamar a alguien. Pero lo único que vi fue la luz del balcón de enfrente encenderse. Sus blancas cortinas no servían de mucho porque aún podía ver parte de su habitación desde la oscuridad de la mía.

Ay su puta madre.

Retrocedo unos pasos, viendo su masculina figura comenzar a desnudarse mientras mi cuerpo es invadido por un calor que no puedo explicar.

Hace rato moría de frío, ¿qué pasó?

¿Y por qué este sujeto se desnuda con las cortinas abiertas?

Su gran espalda bien trabajada me advertía que si tenía algún problema con él, seguramente de un golpe me enviaría al otro mundo.

Debe hacer mucho ejercicio...

¿Por qué el vecino deambula por ahí como si fuera un criminal?

Había grandes tatuajes en sus brazos que me daban mucha curiosidad. Sin embargo, cerré mis cortinas tan pronto me dí cuenta de todo el tiempo que había perdido mirándolo.

¿En qué te has convertido, Han Jisung? Espiar a tus vecinos así...

... Pero me gustó.

Me recuesto en la cama, fijando mi vista al techo y esperando que de alguna forma el sueño llegara.

Pero una vez más, eso no pasó y la noche se volvió más oscura antes del amanecer.


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
IN YOUR MIND [BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora