SESENTA Y SEIS

5.2K 762 304
                                    

No sé cuántas copas de vodka se había bebido Jisung, pero sin duda éste no era el Jisung que conocía

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

No sé cuántas copas de vodka se había bebido Jisung, pero sin duda éste no era el Jisung que conocía. Nunca se comportaba así, no hablaba ni actuaba de esa forma. Definitivamente no conocía este lado de Jisung y estoy seguro de que él tampoco.

¿Qué debo hacer?

Es tan nuevo para mí como para él, sin embargo, él parece saber a la perfección que hacer. Porque ha quitado mi cinto con tanto cuidado y delicadeza que no lo noté hasta que ya se estaba encargando del segundo botón de mi pantalón.

Respira Minho, respira.

Sé que debo detenerlo, todo esto está mal y lo único que lograremos es meternos en problemas, lo sé, conozco las consecuencias. Sin embargo, no lo hago, no lo detengo. No hay tal reacción de mi cuerpo, es como si estuviera inmerso en una parálisis.

Me siento en un maldito sueño, esos de los que no puedes ni moverte, creo que Jisung es el puto demonio de esos sueños.

No.puedo.moverme.

Jisung tiene ese maldito poder en mi.

No puede verme a los ojos, al parecer está demasiado concentrado en otra cosa como para prestarme atención. Es algo que claramente me molesta, a mi me gusta que sus ojos me miren.
Muerde ligeramente su labio mientras sus manos dudan en sí debe seguir avanzando o detenerse. Y aunque en mi cabeza suplico una y mil veces que se detenga, en el fondo no quiero que lo haga.

Adelante.

Tienes todo el poder sobre mí.

Su mano toma con cuidado el borde de mi ropa interior. Ya se ha encargado de bajar un poco mis pantalones. Es consciente de lo que tiene frente a él, yo, entre tantas cosas, también puedo ver la erección que ha provocado.

Detente.

No, no te detengas.

Me mira dudoso unos segundos, no sé si es el alcohol en su sangre o el hecho de que ha querido hacer esto hace tiempo. Porque aún así toma mi miembro entre sus lindas manos, que por cierto no sé en qué momento se ha vuelto más duro.

¿Esto está mal?

Jisung...

Sus ojos me miran, de forma tan cálida que no sé que hacer. No quiero pensar en nada, no quiero pensar que ahora mismo tengo a Jisung de rodillas frente a mí dispuesto a hacer lo que sea que quiere.

¿Cómo puede tener un rostro tan angelical y estar masturbandome a la vez?

Esto es...

... ¡el infierno!

Soy un puto pecador.

Tiro mi cabeza hacia atrás, soltando un notorio suspiro que lo hace sonreír. No soy capaz de reaccionar, Jisung tiene el control por completo, y quizás es eso lo que comienza a molestarme.

IN YOUR MIND [BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora