IN YOUR MIND [BORRADOR]

TREINTA Y SIETE

Preparo café mientras escucho a Minho prender la TV y ponerse cómodo en la sala. Sirius se acomoda en la alfombra mientras mueve lentamente su cola.

¿Por qué me siento tan bien cuando ellos están aquí?

No lo niego, verlos a los dos tan tranquilos como si estuvieran en su casa es extraño, pero cómodo.
Veo la sutil sonrisa de Minho cuando le alcanzo la taza de café, pero ignoro su mirada sentándome a su lado en el sofá.

«¿Otra vez tus mejillas rojas?»

¿Acaso estoy sonrojado?

—Es que hace calor.

Mi cuerpo se estremece cuando sus fríos dedos recorren mi cuello, viendo con detalle la pequeña marca de dientes que me ha dejado.

hijo de puta.
...Ya me había olvidado...

—Podría ser peor.—susurra y le doy un golpe en la mano para que se aparte.

—Pidrii sir piir—pongo mis ojos en blanco. —Hijo de puta, tuve que inventarme cosas para que los chicos no sospecharan.

Lo veo darle un sorbo al café antes de mirarme con confusión.

—¿Sospechar de qué?

De... ¡¿De qué?!

—¿De que te gusta tenerme cerca?—dice y una sonrisa de lado se posa en sus labios.

No.

—¿De cómo te tiemblan las piernas cada vez que nos vemos?

Será hijo de puta.

—¿O de...?

—Te estas inventando un muy lindo cuento, pero los dos sabemos que no tienes tal control en mi.

Mentiroso mentiroso mentiroso.

Le doy un sorbo a mi café, tomándome mi tiempo y viendo como pasa la lengua por sus labios para humedecerlo. Me examina, odio que haga eso, su mirada resulta de lo más intimidante.

—Me tomaste desprevenido y no pude controlar... Eso.— Me excuso— No tienes tal control.

Minho hace una mueca con sus labios, asintiendo con su cabeza y dándome la razón mientras vuelve a beber café.

—Tienes razón —dice— Aunque siendo sincero yo tampoco pude controlarme.

«Podría destrozarte»

Chasqueo la lengua, llamando su atención casi al instante.

—Deja de decir eso.

—¿Qué cosa?—Se gira a verme sin comprender.

Creo que Minho olvida que puedo oír sus pensamientos.

—Que podrías destrozarme.

«¿Te asusta?»