IN YOUR MIND [BORRADOR]

CIEN.

El cuello de la chica es cortado de lado a lado, su grito es tan desgarrador que no soy capaz de moverme de donde estoy.

¿Por qué?

¿Por qué así?

Minho se ha encargado de hacer el corte tan profundo como le es  posible. Su cuerpo está salpicado de sangre mientras se quita los guantes negros de látex para caminar en mi dirección y plantar un beso en mis labios.

«Te dije que no vinieras»

—Quería ver.

Es mi culpa por querer ver que pasaría con ella.

¿Por qué así?

¿Por qué tan doloroso?

Inclina su cabeza hacia un lado, intentando comprender la situación.

—Nunca antes habías querido ver.

Lo sé.

Me aterra el simple hecho de pensar que algo ha cambiado en mi, no quiero acostumbrarme a esto, no quiero tener que ver a Minho deshaciéndose de cualquier persona que se le cruce y yo seguir con mi vida como si nada.

—¿Qué harás con ella?

Parece pensarlo unos segundos, ni siquiera me tomo el tiempo de leer su mente, no es necesario.
Enciende un cigarrillo, que termina por sostener solo con sus labios para llevar sus manos a las caderas.

—Supongo que cortarla en pedazos y esparcir sus restos en distintos lugares.

Demonios, no debí preguntar.

—Eso es horrible.

—Tú preguntaste. —dice divertido, encogiendose de hombros.

¿Cómo es posible que no le importará? ¿cómo no sentir remordimiento por eso? ¿no le pesaba la consciencia?

Yo recuerdo haberle robado el computador a Christopher una vez y me sentí tan mal que le lloré tres noches seguidas solo por usarla diez minutos. Chris ni siquiera se había molestado pero yo no le había pedido permiso.

Minho ha matado a tanta gente, no le importa el género, él solo lo hacía, sin ninguna pizca de culpa en sus ojos, como si aquello fuera algo tan simple como un...

...beso.

—Estás viéndome así otra vez.

Camino en su dirección y quito el cigarrillo de sus labios.

—¿Así cómo?—Pregunto.

—Así, de esa forma. —Comienza a quitarse la ropa llena de sangre para también deshacerse de ella. —Me miras como si no me conocieras.

Y en el fondo es cierto, realmente no lo conozco.

Le doy una calada al cigarrillo.

—Sé que esto te asusta, pero yo nunca haría esto contigo ¿Está bien?