NOVENTA Y OCHO

5K 717 330
                                    

Las cosas se volvieron silenciosas entre nosotros

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Las cosas se volvieron silenciosas entre nosotros.
Jisung y yo no habíamos hablado de lo sucedido desde que, bueno, sucedió.
Jisung evita mi mirada y cada vez que coincidé con la mía sus mejillas toman ese lindo color que tanto me gusta, se avergüenza con facilidad.

¿Este es el mismo chico que me suplicó que continuará?

Jisung siguió asistiendo a las clases normales durante una semana mientras que yo me encargaba de limpiar el desastre que habíamos hecho y no precisamente hablo del sexo.
La sangre de Hyunjin está por todas partes y la mía se ha secado en el piso de la sala.

Esto es un maldito desastre.

Cuando termino de limpiar no puedo evitar sentirme un poco en soledad, Jisung no volvería hasta dentro de unas horas y Sirius ya no está.

Sirius...

El perro solía pasar el tiempo conmigo, poniendo su hocico en mi regazo y durmiendo por unos largos minutos. Me entretenía el sonido de su respiración, porque había veces que Sirius soñaba tan profundo que luego comenzaba a roncar, era gracioso.

Si... lo era...

Hubiera deseado otro final para él, solo espero, que en su último respiro haya sido tranquilo, que su cuerpo se haya relajado tanto que no pudo sentir nada más que sueño.

Espero, querido amigo, que tu ida haya sigo poco dolorosa.

Otra vez su mirada está fija en la alfombra, ha notado que la he cambiado y que todo el piso está limpio.
Seguramente se pregunta cómo lo he hecho y que tan experimentado estoy con esto como para haberlo hecho tan rápido.

—¿y bien?—Dice y me muevo incómodo en el sofá.

Demonios ¿por donde empiezo?

—El principio, por favor, quiero toda la historia, no dejes ningún detalle de lado, quiero saberlo todo. —Se inclina apoyando sus codos sobre sus piernas, mirándome con atención. —Si mientes, lo sabré.

Lo sé.

Su mirada es tan intensa que es extraño verlo de ese modo, sin embargo, imito su acción, poniéndome en la misma posición y conectando aún más nuestras miradas. Una mueca tímida se forma en sus labios y sus mejillas vuelven a pintarse de rosado.

Lindo lindo lindo.

—Desde el principio—Repite. Ha leído mi mente.

No recuerdo con exactitud como empieza la historia, ha pasado tanto tiempo que no tengo recuerdo alguno de eso.
Lo cierto es que mis padres habían perdido varios embarazos que comenzaban a afectar la salud mental de mi madre. Así empezó la tortura, bueno, así lo contó mamá pero en realidad yo no lo sé con exactitud.

Sabía que papá inyectaba cosas en su vientre mientras ella dormía, mamá dijo que estaba tan cansada de tener abortos que simplemente dejaba que papá hiciera cualquier cosa para salvar al bebé.
Y lo hizo, solo que nunca preguntó qué fue lo que uso con ella.

IN YOUR MIND [BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora