IN YOUR MIND [BORRADOR]

NOVENTA Y TRES.

Cierra la puerta detrás de mí,  porque sí, él no dijo nada después de mi confesión. Se ha mantenido en silencio y creo que eso solo rompió un poco más mi corazón.

Decidí en ese entonces que no importa cuantas veces lo intente, Minho no me quiere como yo a él. Y es malditamente difícil compartir la misma casa con él aún sabiendo que no me quiere.

Los sentimientos son nuevos, el amar a un amigo, a un hermano, a la familia, es un amor completamente distinto al amor que siento por él. Me consume lentamente. Mi corazón parece detenerse cada vez que voltea a verme, aunque solo se traten de unos segundos, son los segundos más lindos de mi vida.

Demonios.

Lo menos que puedo hacer ahora es pensar en él de esa forma. Tengo que mantenerme cuerdo para poder salvar a mis amigos.

Es mi culpa.

Es mi culpa.

Ellos están ahí por mi culpa.

Yo...

Debí morir en el primer error que cometí.

Esa debió ser mi muerte.

...Tal vez ese era mi destino.

Tal vez es la única manera de salvarlos a todos.

—¡Jisung!

Lo escucho gritar, sé que no está lejos, probablemente del otro lado de la puerta. Pero aún así su voz es lejana, como un leve sonido a lo lejos, como el viento. Me gusta.
Me gusta la forma en que su voz me llama pero yo no puedo reaccionar.
Hay miles de pequeños destellos de luz que me hacen creer que son luciérnagas, me rodean cuando la puerta se abre de par en par. Su bella luz nos ilumina. Probablemente lo estoy alucinando, si, es el efecto de las pastillas.

¿Significa que estoy muriendo?

—¡¿Jisung qué mierda...?!

Mete sus dedos en mi garganta, tal vez vomité luego de eso, en realidad poco recuerdo. Porque sus lindos ojos, iluminados por las luciérnagas, me llevaron a descansar, a cerrar mis ojos.