CIENTO TRES

5.2K 679 302
                                    

ADVERTENCIA.
LEER BAJO SU PROPIA RESPONSABILIDAD.

Siento sus cálidos dedos recorrer mi desnudo cuerpo mientras aún sigo con los ojos vendados

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Siento sus cálidos dedos recorrer mi desnudo cuerpo mientras aún sigo con los ojos vendados. Tengo miedo, no negaré que estar así me hace sentir demasiado vulnerable.
Vulnerable como la noche en que Hyunjin decidió abusar de mí.

Estoy tan asustado que hasta juraría que él puede sentirme temblar ante sus manos. Pero a pesar de eso, no hago más que confiar en él.

Confío en Minho.

Sus labios recorren mi cuello, siento sus dedos apretarme los pectorales con algo de brusquedad que hacen que suelte un jadeo. Pronto sus labios atacan los míos, su lengua se adentra en mi boca a la vez que comienza a frotarse contra mí.

Es cuestión de segundos para que el Jisungcito despierte del todo.

Un suspiro sale de su boca, algo que me estremece casi al instante mientras intento concentrarme en mis otros sentidos.

Mi vista no está. Pero puedo oírlo, puedo sentirlo, y me encantaría saborearlo

Muerde mi labio inferior antes de separarse de mi, entonces sus manos se aferran a mi muñeca, colocandolas sobre mi cabeza.

Demonios, creo que moriré hoy.

—¿Te sientes bien con esto, Honnie?—susurra cerca de mi. Sé que solo esta pensando en mi bienestar. Pero no puedo evitar pensar en que suena demasiado sexy.—Puedo detenerme si lo deseas.

Es aterrador, no lo negaré, pero tampoco voy a negar que a Jisungcito parece gustarle este nuevo juego. Así que rápidamente niego con mi cabeza, sintiendo mi corazón golpear con fuerza mi pecho.

—Creo que no te escuché.

Te odio.

—Puedes continuar—Susurro.—Por favor.

Sus manos me sueltan unos segundos, luego hace un nudo en mis muñecas con algo parece bastante fuerte. Juraría, no estoy seguro, de que se trata de una soga. Cuando el nudo está hecho, coloca mis manos por encima de mi cabeza

—¿Sigues estando cómodo con esto?

Me encanta que pida mi consentimiento todo el tiempo.

—Si.

Su boca recorre mi pecho, su lengua es tan maravillosa que realmente me gustaría verlo en estos momentos, pero no puedo. Ni siquiera puedo tocarlo y creo que eso comienza a desesperarme.

Vista fuera.

Tacto también.

Me queda el gusto y el poder oír. Pero, ¿de qué me sirve si no puedo tocarlo para escucharlo gemir? ¿Y el gusto? ¿Cómo voy a ...?

Baja con paciencia su mano por mi abdomen y se detiene en mi pelvis.

Retengo mi respiración olvidando completamente en lo que estaba pensando.
Hago un intento de tocarlo pero entonces él vuelve a poner mis manos sobre mi cabeza.

IN YOUR MIND [BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora