IN YOUR MIND [BORRADOR]

ONCE

Sé que debería prestar atención a la clase, ya era la tercer semana de clases y no había forma alguna de concentrarme en otra cosa que no sea la voz de Minho en mi cabeza.

Maldito insoportable de mierda.

¿Podrías callar tu mente por un miserable minuto?

Levanto mi mano para pedir permiso e ir al baño y enseguida me apresuro a salir. Los pensamientos de Minho se alejan de mi cabeza en el momento en que me alejo del aula.

Gracias, un poco de libertad.

Remojo mi cara, viendo a través del espejo dos pares de piernas que me desconciertan por completo.

Su santa madre....

Intento mantenerme en silencio y hacer el menos ruido posible, lo que menos quiero hacer es incomodarlos o algo por el estilo.
Sin embargo, ellos no parecen haberme escuchado, porque los ruidos de sus besos siguen sonando por todo el lugar.

Malditos hormonales...

¡Esto sí es ilegal!

Contengo una risa de solo pensarlo. En mi antigua escuela era normal encontrarse con parejas besándose en el baño.
El punto es que aquí eso está mal visto y más si son del mismo sexo.

Ya me he puesto de mal humor.

Todo el calor sube por mi cuerpo cuando escucho un leve gemido que hace que todo mi cuerpo se estremezca.

Debería irme de aquí.

Me avergüenzo a pesar de que ni siquiera soy yo quien está ahí.

—Él es Seungmin—digo presentando al chico a la mesa en donde se encuentran Felix y Jeongin.

—Ya sabemos quien es Jisung. —dice Innie divertido y nos invita a sentarnos.
Felix parece perdido en sus pensamientos por un largo rato pero tanto Seungmin como Jeongin no parece importarle aquello.

¿Es normal que haga eso?

—¿Felix estás bien?

—Si, lo siento, estoy un poco... perdido.

—¿algo pasó?

—Si pero nada de lo que debas preocuparte —Relame sus labios, mordiendolo un poco después de eso y mira su comida con poco apetito. —Jisung, ¿alguna vez hiciste algo que sabías que estaba mal?

Ouh.

Felix rompió una regla.
Esto se ha vuelto interesante.

—¿Qué fue lo que hiciste?

Sus ojos se abren un tanto sorprendidos, luego frunce su ceño luciendo ofendido ante mi pregunta.

—¡Nada nada!, solo estoy intentando sacar un tema de conversación.

Sus ojos no me miran, su respiración es agitada y su mirada está perdida, va y viene por todo el lugar, inquieto, como si estuviera esperando que algo pase.

Definitivamente Felix hizo algo y eso lo hace sentir culpable.

—Siempre hago cosas que no debería —respondo al fin. —Pero de eso aprendo... Aunque la última vez no salió muy bien.

La última vez...

... La última vez...

.... La última vez...

—¿Jisung?

—¿hm?

Felix posa su mano en la mía pero casi al instante la aparta.

Jaja, Gay.

—Estabas hablando y dejaste de hacerlo...

—Oh si, no importa, ya me olvidé.

La última vez que hice algo que estaba mal terminó por destruir por completo mi vida. Chris me había advertido que no debía ir a una fiesta del otro lado de la ciudad, y tampoco me había dado autorización, yo aún era menor de edad y creí que me comía el mundo, así quedecidí por escaparme de casa sin que él se diera cuenta.

De igual forma terminó enterándose y de la peor manera.

Terminé en un puto hospital, drogado, inconsciente y con mil historias en mi cuerpo.

Dejo que el agua caliente queme mi piel, no sé por qué, o tal vez si, no lo sé, pero amaba sentir ese leve ardor en mi cuerpo. Retenía mi respiración unos largos minutos y luego me apartaba del agua soltando leves quejidos.

Noto las marcas en toda mi piel desnuda, las contemplo un segundo en los que el baño se llena de vapor.

¿Este soy yo?

Vuelvo a meter mi cuerpo debajo del agua hirviendo, me quema, me lastima, me hace llorar, tal vez dicha sensación en realidad no me agrada, pero hace que mi cabeza se entretenga con otro tipo de dolor.

Las grandes marcas en mi piel solo me recuerdan aquella noche, la eterna noche.

A veces desearía que hubiera terminado ahí, con mi cuerpo cubierto de sangre y muerto. Pero aquí estoy, cubierto de heridas y viviendo un completo infierno.

¿Alguien puede escucharme?

En la oscuridad de mi cabeza, ¿alguien puede escuchar mi llamado de auxilio?