IN YOUR MIND [BORRADOR]

SETENTA Y OCHO

Llevabamos segundos en silencio, le doy una rápida mirada a Changbin, indicándole que hay que salir lo antes posible de esta casa o literalmente terminaríamos muertos.
Pero en cuanto comenzamos a correr, Minho se hace a un lado, abriéndonos paso hacia la puerta y así comprobamos que está cerrada con llave.

«¿Qué tan estúpido me crees?»

Cierro mis ojos. Estamos perdidos, definitivamente no hay salida de aquí. Me giro lentamente hacia él, viendo como aún sigue cruzado de brazos con una cena enarcada.

—Lo podemos explicar—Dice Changbin rápidamente pero tras eso, Minho saca su navaja de su cintura y la lanza hacia Bin.
Tengo que retener la respiración mientras mi corazón da un vuelco.
La navaja se clava a un lado de su cara, y no puedo evitar sentirme un poco molesto por su comportamiento.

Changbin no luce tan asustado como yo.

—¡¿Qué mierda pasa contigo?!—No obtengo respuesta.

—No actúes como imbécil.—Minho se dirige a Changbin, ni siquiera me presta atención. —Sé lo que planean, y no me gusta nada.

Changbin rasca su nuca un poco apenado porque nos ha descubierto.  Minho suelta un suspiro y le indica la puerta con un simple movimiento de cabeza.

Le está pidiendo que se vaya.

Ante esto Bin niega rápidamente, respondiendo que no me dejará solo. Y lo agradezco.

—Estás demente si crees que dejaré a Jisung contigo.

Minho pasa su lengua por la comisura de sus labios,  parece divertido ante la situación, lo cual no entiendo.

¿Por qué sonríe de esa manera?

—Me pregunto como reaccionará Felix cuando descubran tu cuerpo desmembrado e irreconocible

La expresión de Bin parece cambiar, no puedo creer lo manipulador que puede llegar a ser Minho.

—O puedo hacerlo mejor. —sus vista va a parar a alguna parte del techo, pensativo —¿qué crees que le hagan los de seguridad a tu lindo Felix si descubren las cosas que ha estado haciendo?

¿Qué demonios pasa con este sujeto?

—Ustedes dos son igual de manipuladores.

Minho tiene una mirada cínica y no puedo permitir que amenace así la vida de mis amigos. Fastidiado quito la navaja que se ha clavado en la puerta y sin pensarlo dos veces la lanzo hacia él.
Parece sorprendido, y obviamente mi puntería no es tan buena, así que he fallado por mucho, de igual forma no quería hacerle daño, solo asustarlo.

—¡¿Qué demonios Jisung?!

—Deja que nos vayamos—Suplico. —Juro que te lo explicaré luego, pero... deja que Bin se vaya.