CIENTO DIECISÉIS

3.5K 627 178
                                    

No voy a negarlo, me sentí querido, protegido y muy bien cuidado con estos chicos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

No voy a negarlo, me sentí querido, protegido y muy bien cuidado con estos chicos. Los conocía desde siempre pero jamás me había dado la oportunidad de cruzar palabras con ellos aunque de cierto modo nos "criamos juntos"

Changbin me dió, desde un inicio, la bienvenida a su grupo, el dichoso grupo de rebeldes que se encargaba de romper una a una las reglas del lugar, de forma anónima y en clandestinidad.
Por supuesto que lo supe, y que en un principio mi misión era esa, arrestarlos. Arruinarles la jodida vida.
Pero ellos parecían tan felices, tan libres y divertidos que me invadió la envidia. ¿Por qué yo no podía sentirme así?

¿Por qué no podía disfrutar de esa forma?

Ellos vivían la vida ahí dentro como si fuera su última noche, como si aquello valiera la pena. ¿En serio su vida costaba tan poco?
Quiero decir, ¿en serio podían arriesgar su vida por romper unas simples reglas? la respuesta es evidente, ellos preferían vivir al límite sabiendo que probablemente mañana morirían, pero lo harían con la cabeza en alto, sabiendo que no se habían perdido nada del mundo.
Y yo lo sabía, sabía que en cualquier momento su cuento de hadas no tendría final feliz, el príncipe no se quedaría con la princesa, nadie se casaría, nadie sería libre y sobre todo, nadie viviría el felices por siempre.
Era solo cuestión de tiempo para que todo vaya en picada hacia la muerte.

—Minho, siempre serás bienvenido aquí —dijo Bin con una sonrisa en sus labios y ese nuevo tatuaje adornando su cuello.—¡Que se pudra este pueblo!

Y lo festejé, lo festejé como si aquello también formara parte de mi, viví aquella noche y todas las siguientes como si yo realmente formará parte de ese lugar. Todo resultaba tan ajeno como ir a cenar a la casa de un amigo que apenas conocías. Esa sensación de no saber que hacer o decir estaba en mi.

Este no es mi lugar.

En el fondo lo sabía, estaba seguro de que Changbin y Jeongin comenzaban a sospechar de mis extrañas actitudes, pero yo tampoco me esforzaba en esconderlo. Supongo que lo notaron cuando vieron mi navaja ¿por qué un simple alumno tendría un arma en su bolsillo?
No hicieron preguntas, no sé por qué, ellos simplemente lo dejaron pasar. Luego comenzaron los famosos rumores.

¿Por qué a Minho no lo revisan cada mes?

¿Por qué él puede pasear por los pasillos?

¿Por qué puede salir en la noche?

¿Por qué Minho tiene un perro?

No recuerdo con exactitud cuál de todos esos rumores fue lo que levantó aún más las sospechas de Bin. Teníamos la confianza suficiente como para saber qué pasaba por la mente del otro, y es así, nosotros nos habíamos vuelto muy unidos.

Y entonces lo supe.

Él lo sabía, sólo que aún no estaba seguro de eso.

Acompañé a Bin a un "negocio" debíamos darle pastillas a no sé quién, ni siquiera recuerdo su nombre. Lo cierto es que sabía que los de seguridad nos esperaban ahí. Era la oportunidad justa para arrestarlo.
Pero...

IN YOUR MIND [BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora