IN YOUR MIND [BORRADOR]

CUARENTA

Desliza el filo de la navaja por mi cuello, haciendo una leve presión mientras yo me aseguro de no moverme ni siquiera un poco.

He dejado de respirar.

Pero luego de unos segundos vuelve a poner sus labios sobre mi piel, estremeciendome al instante mientras deja cortos besos en mi hombro. No reacciono, la situación es tan extraña que incluso me cuesta procesarla.
Paso saliva con algo de dificultad, viendo como la navaja se aleja de mi al igual que Minho.

Un fuerte suspiro sale de mi cuerpo cuando me doy cuenta de que no me matará, o al menos no aún.

¿Este tipo está loco?

—Me tienes miedo.

¡Por supuesto que te tengo miedo, maldito loco!

—Acabas de poner tu jodido cuchillo en mi cuello, ¿tú que crees?

Se rasca la nuca sin saber que decir y simplemente me da una sonrisa forzada antes de caminar hacia la puerta.

—Dormiré en el sofá.

No estoy en contra de eso, realmente no sabía que esperar de él. Acabo de encontrarlo asesinando a alguien por quien sabe que razón.
Mi cabeza seguía insistiendo en que no debería tenerle miedo pero no sé qué esperar de él, quiero decir, no me desagrada la idea de morir, me desagrada la idea de saber que puede endulzar mi oído con unas pocas palabras y luego simplemente... traicionarme.

No... No puedo permitir eso.

No otra vez.

Estoy cansado de esas traiciones.

Esa noche ambos dormimos separados tal y como lo dijo Minho, aunque me sentía inseguro sabiendo que seguramente estaba dando vueltas por toda la casa.
Así que siendo sincero, no pude dormir siquiera un poco.

Al día siguiente todo siguió como si nada hubiera pasado, y eso me tenía el doble de confundido.

Chris confiaba en él, en el chico bonito de cabellos rubios que se sentaba conmigo en la primaria. Lo cierto es que habíamos sido buenos amigos desde niños y creo que por eso no vi venir esa traición.