IN YOUR MIND [BORRADOR]

CIENTO DIECINUEVE.

Mi corazón se detiene al igual que todo el tiempo a mi alrededor.
No puedo respirar.

—Quítate eso.

Se refiere a la única prenda que llevo puesta. Retrocedo varios pasos y niego.
Yo no he salido de un horrible lugar para meterme en otro. Me niego rotundamente a volver a pasar por esto.

Así que cuando sus manos me toman con fuerza lo único que hago es esforzarme en que mi ropa interior siga en su lugar.

—Vamos, ya te han saboreado bastantes—Su aliento en mi oreja izquierda me hace temblar—Déjame disfrutarte.

«Hannie»

Suelto un suspiro ante su repentino pensamiento.

«Hannie hay una sorpresa...»

«...bajo tus pies...»

Es Minho.

Bajo mis pies hay una almohada blanca. Supongo que todo esto ha sido planeado, que Wooyoung ha pensado con exactitud qué hacerme. Cuando su fuerza me acorrala, cuando me doy cuenta que no importa cuantas veces lo intente, él va a ganarme. Justo ahí, en el momento en que baja sus pantalones, tomo la maldita almohada y la lanzó hacia él.

Entonces comprendo lo que ocurre. Debajo de la almohada está la navaja.

La navaja de Minho.

Sin pensarlo dos veces me armo de valor y lo enfrento. Pero ¿que puedo esperar de mí? nunca he sido bueno con nada.
Nunca fui bueno hablando, ni siendo buen hijo, no fui un buen hermano menor ni un buen amigo, siempre fui malo en matemáticas, en la escuela y, hasta ahora, siempre fui malo en absolutamente todo.

«Se acabó »

La puerta se abre de par en par. No es Minho, es otra persona. Esta de brazos cruzados y espera paciente a que Wooyoung vuelva a ponerse la ropa mientras sostiene la navaja que me ha quitado de las manos.

A duras penas me regresa a la habitación compartida. No sé si esto se sabía o si Wooyoung decidió que quería violarme por puro capricho.

—¡Jisung!—Seungmin se retuerce—¿Qué te hicieron? ¿Te tocó?

—Lo mataré —Amenaza Bin.

Me quedo en silencio. Por un instante creí que todo volvería a pasar, que volverían a destrozar mi alma o lo que queda de ella.

Varios guardias se adentran a la habitación, viéndonos mientras nos preparamos mentalmente para el sufrimiento que viene. Al parecer aún no terminan con nosotros.
Me hubiera gustado que todo sea una mentira, que todo sea parte de un plan de escape. Pero Minho sigue ahí, de pie en la puerta viendo como los demás guardias se encargan de torturar a mis amigos de todas las formas posibles.
Por alguna razón sospeché que yo era su objetivo, que está ahí para torturarme, para hacer las cosas que no ha hecho antes.