TREINTA Y DOS

5.3K 826 384
                                    

    Siento cada parte de mi cuerpo dolerme cuando él deja caer su cuerpo sobre el mío, me presiona con tanta fuerza que me es imposible respirar con normalidad

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


    Siento cada parte de mi cuerpo dolerme cuando él deja caer su cuerpo sobre el mío, me presiona con tanta fuerza que me es imposible respirar con normalidad. Ni siquiera puedo moverme.
Ruego, ruego que se detenga, pero ni siquiera soy capaz de escuchar mi propia voz.
Grito pero nada sale de mi boca, puedo sentir mi garganta desgarrandose pero ni un sonido sale de ella.

Veo a Sirius a mi lado, completamente dormido, no puedo comprender cómo es que no puede escuchar ni notar nada.

 Accidentalmente suelto un sollozo que hace que se detenga, se detiene para mirarme con ese par de ojos que parece que se le saldrán de la cara. Vuelvo a sentir mi cuerpo frio del miedo.

—¿Acaso estás llorando? ¿quieres que me enoje, Jisung?

No, no, no te enojes.

No te enojes, por favor.

Ha sido sin querer.

Por favor, por favor.

Su mano toma con fuerza mis mejillas, presionandolas mientras sacude mi cara con enojo.

Minho, Minho...¿Dónde estás?

Mentí, mentí... ¡Necesito que me salves otra vez!

¡Sálvame todas las veces que sean posibles!

¡Minho! ¡¿Dónde estas?!

—¡No llores, imbécil!.

Cierro mis ojos con fuerza en cuanto la palma de su mano golpea mi mejilla y es entonces que me incorporo.
Mantengo mis ojos cerrados mientras siento todo mi cuerpo temblar, las lágrimas salen desesperadas de mis ojos mientras una fría respiración se mezcla con la mía.
Evito abrir los ojos, siento el sudor frío bajar por todo mi cuerpo, jadeo, jadeo en la oscuridad de mi habitación.

Mi corazón va tan rápido que puedo sentir su fuerte palpitar en todo mi jodido cuerpo.

Tengo miedo.

«Estoy aquí» su dulce voz se adentra en mi cabeza. Hay suaves roces de sus dedos en mis manos, dudosos esperando alguna acción de mi parte que le permita acercarse aún más.

«Estoy aquí, fue un mal sueño»

Abro mis ojos, encontrándome con la oscura habitación y el cuerpo de Minho a un lado de mi cama, arrodillado en el piso pero lo suficientemente cerca de mí como para asustarme.
Suelto un fuerte sollozo cuando lo veo, Minho no hace más que fruncir sus cejas, pero no de una manera confusa, es como si...

Como si yo le diera lastima...

«Ardillita...»

Llevo las palmas de mis manos a mi rostro, cubriendome con ellas y llorando aún más fuerte.

IN YOUR MIND [BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora