IN YOUR MIND [BORRADOR]

CUARENTA Y SIETE

Lo veo quitarse su abrigo de cuero y arrojarlo a un lado del sofá, cierra la puerta unos minutos después con llave y se reposa en ella con los brazos cruzados.
Sé que sabe lo atractivo que es, pero realmente no puedo evitar pensar en que quiero decirle lo bien que se ve haciendo eso. Pero me contengo, no necesito que su ego suba.

¡Se supone que estoy enojado!

Y además, estamos en algo importante.

Me cruzo de brazos, intento imitar su feroz y tan intimidante mirada pero unos instantes después aparto la vista. Él me gana, en absolutamente todo.

—Alguien los delató—Dice y no puedo evitar sentirme preocupado. —Parece que Changbin sigue siendo igual de malo con eso. Siempre dejó entrar a cualquiera, que imbécil.

Me hierve la sangre al oírle.

—No hables así de él.

—Tú no me dices que hacer—Resopla—Es evidente que algo así podía pasar. Es demasiado confiando, fue demasiado confiado.

¿Qué debería hacer ahora? Mis amigos están en problemas y no tengo idea de a dónde se los han llevado. Inconscientemente me he puesto a temblar.

—Yo debería...

—No—su tono de voz es firme, tengo que contener mi miedo hacia él en estos momentos. —No harás nada, dejarás tu lindo culo sentado en el sofá hasta el lunes a primera hora, entonces ahí...

—¿Dijiste que mi culo es lindo?

—No me interrumpas.

—Lo siento.

Lleva una mano a su rostro, está frustrado y evidentemente es mi culpa. Parece que realmente no le estoy poniendo las cosas fáciles.
Pero sé de antemano que si no hago algo, Minho no resolverá esto, porque hará lo que sea para mantenerme lejos.

—Ellos estarán bien. Changbin los cuidará...

«Espero»

Suelto un fuerte bufido, quitándome la ropa mientras voy subiendo las escaleras. Minho me sigue en silencio hasta mi habitación.
Sé que se quedará esta noche, por alguna razón también quiero que lo haga.
Lo veo comenzar a desvestirse en silencio, tengo ganas de seguir discutiendo con él, así que lo hago.

—¿No que irritante?

«¿hm?»

—Dijiste que soy irritante, sin embargo aquí estas, desvistiendote para dormir conmigo.

«Bien, me voy.»

«Realmente eres irritante.»

—¡Bien! ¡Vete! ¡ya no tendrás que aguantar mi irritabilidad!

«Gracias a los cielos por oírme.»

Sin embargo, él sigue quitándose la ropa y cuando queda en ropa interior camina hasta la cama, donde se mete sin problema y me espera con sus brazos detrás de su cabeza.