Ambrose Dash
—Es un virus —solté, apenas entré a la habitación que compartía con Mara y Eliz, pero sabía muy bien que la última mencionada no estaba presente.
Mara tenía un peine en la mano derecha, el cabello húmedo y una pijama que mostraba un poco más de lo necesario.
Me extrañé muchísimo, pues sabía que ella no se sentía muy bien mostrando tanta piel, de hecho cada vez que teníamos que lucir vestidos con aberturas o escotes sufría de ataques de ansiedad.
—Ambrose... ¿dónde estabas? —preguntó con voz inestable. Pasando distraídamente el peine por su cabello húmedo.
Sabía que algo había pasado, y no sé por qué me lastimó tanto que estuviese tan reacia a guardarse lo que sentía luego de todo esos meses. Sabía que algo pasaba y la estaba afectando, pero no podía ayudarla si ni siquiera sabía qué era lo que pasaba.
—Fui a ver a Kristen, Captian me dijo que podía pasar —Meneé la cabeza al recordar todo —. Fue muy extraño, pues Kristen estaba sola y dejaron una Tablet...
Ella frunció el ceño y apartó el peine de su cabello.
—La Tablet estaba desbloqueada, mostraba una clase de documento y descubrí que es un virus.
Mara se acercó con cautela hacia mí, rodeando una de las camas.
—¿Un virus? —preguntó con notable preocupación —. Ambrose sería increíble que hablaras con claridad, de verdad no estoy entendiendo.
—Nos inyectaron un virus, Mara —murmuré acercándome más a ella —. Nuestro sistema nervioso central está abarrotado de un virus desde que empezaron a suministrarnos el supuesto tratamiento.
La chica dio dos pasos hacia atrás, luego buscó cualquier tipo de apoyo. Parecía desorientada, pero yo sabía que estaba conectando las piezas, una a una, recopilando información. Así era Mara, la verdad era que habíamos descubierto que nos parecíamos bastante, con la excepción de que ella era más callada y yo podía llegar a ser explosiva.
—¿Por qué no habíamos pensado en eso? —preguntó, seguramente sintiéndose estúpida —, ¿qué creíamos que era? ¿Un suero inofensivo que nos producía cualquier tipo de malestar?
—Lo sé —solté, antes de tomar aire y soltarlo con frustración —, fuimos demasiado estúpidas, no pensamos en nada... ¿eso no te causa miedo? ¿Que durante tanto tiempo habíamos permitido que ellos nos inyectaran eso sin saber si quiera qué era? Nuestra preocupación fue nula.
—¿Qué sabes exactamente? —preguntó luego de unos segundos en absoluto silencio.
—Sé que es peligroso, lo demás son sólo detalles.
Aiden Finnes
El día sólo llevaba ocho horas, y ya estaba maldiciendo la existencia de cada uno de los imbéciles de mi familia.
A raíz del golpe que le había soltado a mi padre y de su caída sobre la mesa de cristal, tendría que hacerme responsable de las capturadas que quedaban y hacerle seguimiento al trabajo de la doctora Martin. Estaría solo en todo esto ya que Captian había vuelto a la capital para ir preparando el armamento que nos llevaríamos a Calem en nuestra primera visita.
Estaba en la enfermería, esperando a que llegara Dafne, a ella le harían el último suministro, sería algo así como un refuerzo, pues sería enviada a Calem dentro de dos semanas, justamente el día del cumpleaños de Dash.
Tuve que arriesgar a unas capturadas sólo para que Ambrose pudiese estar tranquila en su cumpleaños, y Dafne había sido una de esas.
—Hola —susurró la chica al llegar, para luego caminar hacia mi posición y ponerse de puntillas para besarme.
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La Captura
Science FictionAnualmente son capturadas doce jóvenes de todas las partes del país. Serán sometidas a pruebas para transformarlas en fenómenos con habilidades que ayudarán en una guerra eterna. Este año será diferente, pues una de ellas tendrá la oportunidad de ca...