Capítulo 50.

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Cada vez que Mina pisaba el escenario era impresionante, se notaba la dedicación que la japonesa tiene con el ballet, cada uno de sus movimientos resulta cautivador logrando atraer la atención de sus espectadores, todo esto podría decirse que es producto del amor que le tiene Mina al baile, incluso su público es capaz de percibirlo.

En cuanto finalizó la presentación los aplausos no se hicieron esperar, la japonesa hizo una reverencia como agradecimiento mientras que sus compañeros se acercaban al escenario, esta noche es importante para ella, ya que por primera vez desde que entró a la academia había sido seleccionada como la protagonista para esta rutina.

Al regresar del escenario la esperaba Nayeon con una sonrisa, en cuanto se acercó la mayor le entregó el ramo de flores que había comprado antes de venir.

—Para ti, estuviste maravillosa Mina.—Dijo dándole un abrazo.

—Gracias, son mis flores favoritas. Están preciosas.—Sonrió, observando el arreglo.

—Te lo mereces, y ¿Cómo te sentiste? En el público recibiste muchos elogios.

—¿En serio?—La mayor asintió.—Al principio nerviosa pero una vez que comenzó me sentí con mucha confianza.—Explicó.

—Créeme que te robaste el corazón de todos, lastima que llegaron tarde porque ya me tienes a mi.—Dijo orgullosa.

Mina negó con una sonrisa, sin darse cuenta se quedó mirando a Nayeon con adoración en sus ojos.

—¿Por qué me miras así?—Le preguntó.

—Porque cada día me sorprendes más, no pensé que te ibas animar a hablar con Chaeyoung.

—Mina ya te lo había dicho, yo haría cualquier cosa para que seas feliz, además, te lo prometí.

—Lo sé, pero no todos están dispuestos a hacer eso y menos conociendo las circunstancias.—La japonesa no es tonta, sabe que Chae aún sigue sintiendo cosas por ella, de hecho le sorprende que a pesar de todo eso acepte ser su amiga.

—Bueno, eso es verdad pero yo confío en ti.—Afirmó.—Y ¿Lograron arreglar las cosas?

—Sí, hablamos y todo salió bien, me impresionó verla porque no me dijiste nada.

—Quería darte una sorpresa por eso no te avisé, pero me alegra saber que ahora están en buenos términos. Aunque creo que me merezco algo...

—¿Ah si? ¿Qué cosa?—Preguntó Mina con una sonrisilla.

—Un beso, bueno en realidad me debes varios porque no nos hemos visto desde ayer hasta ahora.—Dijo sonriendo con picardía.

—Eres una tonta.—Sonrió, tomando del rostro a Nayeon para darle un beso, sintió las manos de la mayor sobre su cintura, acercándola más.

Todo iba bien hasta que escucharon a alguien aclararse la voz, al separarse vieron a los padres de Mina acompañados por su hermano Kai, quien se quería reír debido a las expresiones del Sr. Myoui, aunque sabe que su hija es una adulta igual se sentía raro verla darse un beso con alguien.

—Hija, veníamos a felicitarte por tu presentación pero parece que vinimos en un mal momento.—Comentó la Sra. Myoui divertida, Nayeon le había parecido una muchacha encantadora.

—No, no para nada.—Se disculpó apenada.—Los dejo a solas, te espero afuera Mina.—Dijo aguantando la risa, Nayeon no podía evitar reírse cada vez que se sentía avergonzada.

—Está bien.—Mina señaló sus propios labios para indicarle que se arregle el labial. Nayeon se retiró para ir con los demás.

Por otra parte, Tzuyu se levantó de su asiento en cuanto finalizó la presentación, a decir verdad lo disfrutó, para ella Mina es alguien que admira por su determinación, lo único que arruinó su noche fue lo sucedido con Sana pero ahora mismo se encargaría de hablar con el causante de todo esto.

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