Capítulo 17.

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El silencio se hizo presente en el comedor mientras terminaban de cenar, Sana quedó sorprendida por las habilidades de Tzuyu en la cocina con suerte ella apenas podía hacer un huevo frito sin que se terminara quemando, en cambio la menor parecía una chef experta en la cocina.
Definitivamente Tzuyu siempre lograba sorprenderla, a pesar de ser una chica bastante joven actúa como una chica madura, ahora que lo piensa no es común que alguien de su edad sea la CEO de una empresa de modas, normalmente las chicas de su edad se preocupan más por tener un novio y ser populares en cambio Tzuyu se enfrentaba a dirigir una empresa.

—¿Quieres postre?—Preguntó Tzuyu sacando a Sana de sus pensamientos.

—No, estoy bien. Gracias por la comida, eres muy buena cocinando.

—Gracias, no soy una experta pero al menos no vas a morir por una intoxicación.

—Tzuyu, ¿Puedo preguntarte algo?

—Adelante.

—¿Vives con tus padres?

—Vivo con mi madre pero ella está visitando a mi padre, quien recibe su tratamiento médico en Taiwan.

—Debes extrañarlos.

—Me he acostumbrado a estar sola.—Sana notó el cambio en su mirada, sus ojos ahora demostraban tristeza aunque sus palabras expresaran indiferencia. A pesar de que la curiosidad sea fuerte prefiere no preguntar sobre eso, si Tzuyu siente la confianza suficiente se lo dirá.

—Desde que vine a Corea no he visto a mis padres, fue un poco difícil para mi adaptarme al estilo de vida Coreano.

—¿Hace cuanto no los ves?

—Desde hace dos años, en verdad los extraño.—Sonrió con nostalgia, en verdad era difícil estar lejos de casa.

—Mañana viajaremos a Osaka, quizás puedas ir a verlos. Es un viaje de negocios pero podemos ajustar los horarios para que puedas ir a visitar a tus padres.

—¿En serio?

—Sí, no hay problema.

Sana se levanto de su asiento para abrazar a la menor quien no opuso resistencia alguna, si Nayeon la viera seguramente haría un drama pues Tzuyu nunca deja que le coloque un dedo encima.

—Gracias.—Sonrió Sana.

—No hay nada que agradecer, pero tal vez deberías soltarme.—Sana se separó de ella, sabia que detrás de esa chica que aparenta ser fría está la persona más linda y sensible de todas.

La Japonesa estaba apunto de decir algo pero su teléfono empezó a sonar, contestó al ver el nombre de su amiga en la pantalla.

—Hola Dahyunie.

Tzuyu rodó los ojos con fastidio, aquella chica en verdad era bastante intensa ¿Acaso esa ojos de línea no se cansaba de molestar? Decidió alejarse con la excusa de llevar los platos a la cocina y así no tener que escuchar la conversación entre aquel par.

Después de haber organizado todo regresó a la sala donde se encontraba Sana mirando su teléfono, hasta que notó la presencia de Tzuyu y lo guardo.

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