Make Me Love You

Capítulo 8.

La hora del almuerzo había llegado para la fortuna de Sana, que luego de tanto trabajo sentía que iba a desmayarse debido al hambre y el cansancio; tomo su bolso, y caminó hasta la cafeteria de la empresa, en realidad había quedado en almorzar con Dahyun pero el clima tan lluvioso impide tal cosa así que tuvo que cancelarle. Sería bastante aburrido almorzar sola, incluso cuando trabajaba en el bar siempre estaba acompañada por Junho, y nunca faltaban las bromas, ahora es distinto pues no conoce a nadie y la mayoria de personas lucen mayor que ella.

Compró su almuerzo y se sentó en la única mesa libre que había, empezó a comer sin prestar mucha atención a su alrededor por lo que no se dio cuenta de que una chica de cabellos cortos estaba justo en frente de ella, con una bandeja de almuerzo. Levantó la mirada con la boca llena, la desconocida tan solo le dio una sonrisa tímida.

—Hola ¿Está ocupado?—Sana cubrió su boca para responder.

—No, puedes sentarte si quieres.

—Gracias. No te había visto por aquí ¿Eres nueva?

—Sí, recién empiezo hoy. Mi nombre es Minatozaki Sana.

—Yo soy Jung Eunbi, pero dime Eunha.

—¿Hace cuanto trabajas aquí?

—Hace tres meses, trabajo en el departamento creativo. ¿Y tú?

—Soy la asistente de la Srta. Zhou Tzuyu.

—Ah, debe ser muy exigente.

—Sí, no he podido tomar un descanso hasta ahora. Siempre tiene una tarea para mi.

—Mis compañeros también están trabajando duro en estos días. ¿Eres de Japón?

—Sí, vengo de Osaka.

—Es muy lejos, ¿Viniste por el trabajo de tus padres?

—No, ellos viven en Japón y yo vine a estudiar en Corea.

Ambas chicas continuaron hablando de manera amena, por otro lado Tzuyu caminaba hasta la cafeteria del lugar, siempre suele comer afuera pero la lluvia está cayendo tan fuerte que nadie se atreve a salir así, las miradas de los demás empleados estaban sobre ella, para ellos es algo extraño que este allí. La menor se siente algo incomoda, pero trata de no demostrarlo, pidió su comida, y buscó alguna mesa libre, para su mala suerte no había ninguna, todas estaban ocupadas, excepto una donde estaban sentadas un par de chicas, allí sobraban algunos lugares para más personas.

No tuvo otra opción, mientras se acercaba a ellas su mente estaba ocupada pensando en lo que ocurrió con Sana, ¿Por qué mientras intenta alejarse de ella, el destino termina acercandola más? No lo sabe; las chicas dejaron de conversar al sentir la presencia de la menor allí, está nerviosa, la mirada fija de Sana le hace sentir así incluso sus mejillas están algo rojas.

Por la mierda, pensó

—Señorita Zhou ¿Necesita algo?—Preguntó Sana, con un tono que llegó a sorprender a Tzuyu.

Si algo caracteriza a Sana, es que siempre cumple lo que promete, si Tzuyu le pidió que se trataran como un par de extrañas, así será.

—¿Puedo sentarme?—La pregunta dejó algo helada a Eunha.

—Claro, no hay problema.—Sonrió.