Capítulo 9.

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Afortunadamente la lluvia ha cesado un poco, lo suficiente para que cada quien pueda irse al lugar que desea, Tzuyu tomo su cosas y dejo todo absolutamente organizado pues mañana no vendrá a la oficina porque debe trabajar fuera con Jeongyeon y Nayeon para lo de la nueva campaña, afortunadamente el proyecto del viernes está casi listo, solo falta mostrarlo a los ejecutivos Japoneses y que ellos lo aprueben. Espera que todo salga bien, eso sería un gran avance para la empresa y una buena noticia para su padre.

Su teléfono vibro, acaba de recibir un nuevo mensaje.

Jihyo Unnie

Tzuyu ¿Podrías esperarme en el auto? Estoy en una reunión pero saldremos dentro de 5 minutos.

No hay problema.

Guardo su teléfono y salió de la oficina, se acercó al escritorio de Sana quien está concentrada en unos documentos, la menor se aclaró la garganta para hacerse notar, de inmediato la Japonesa levanto su mirada hacia Tzuyu, y al darse cuenta que se trata de su jefa se levantó enseguida.

—Sana, ya ha terminado la jornada puedes irte a casa. Pero antes quiero decirte un par de cosas, la primera es que mañana tienes el día libre, no estaré en la oficina por unos asuntos que debo atender, y la segunda es que te felicito por tu trabajo, es tú primer día y lo has hecho muy bien.

—Gracias, prometo demostrarle que puedo ser buena en otras cosas también.—Sonrió.

Sus palabras y su sonrisa provocaron algo extraño en la Taiwanesa, nunca había pensado cosas como las que ahora están merodeando en su mente, aunque lo niegue, aunque se oponga a sus propios pensamientos, Sana es capaz de hacerle sentir muchas cosas a la vez, y eso le resulta muy confuso.

—Hasta luego Srta. Tzuyu.

—Hasta luego Sana.

La mayor tomo su bolso y camino hasta el ascensor, Tzuyu se sentó en uno de los sillones que están en la recepción, su cabeza solo es un mar de dudas, no es posible que conozcas a alguien y que simplemente no puedas dejar de pensar en esa persona. No quiere alejarse de Sana

¿Está mal? Desde que la vio por primera vez capto su atención, no se reconoce a sí misma, porque nunca en su vida había sentido algo parecido pero siempre hay una primera vez para todo.

—¿Tzuyu? ¿Estás bien? Luces pensativa.

—Sí, yo te estaba esperando unnie.

—Bueno, debemos irnos. Le dije a Nayeon que iría a visitarla ¿Quieres ir?

—Sí, me gustaría saber como sigue Nayeon unnie.

Ambas chicas bajaron al estacionamiento, subieron al auto de Jihyo ya que la menor dejo el suyo en casa pues en la mañana el auto no encendió y tuvo que tomar un taxi.

—Jeongyeon y yo estuvimos hablando y pensamos en organizar una celebración el viernes si todo sale como lo esperamos. Pero antes necesitamos tu opinión.

—Sí, está bien. Todos han estado trabajando duro y merecen celebrar sus esfuerzos.

—Pensé que ibas a decir que no.

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