Mina estacionó el auto frente al bar en el que se encuentra Nayeon, afortunadamente no está demasiado lejos del restaurante en el que estaba con sus amigas, bajó del vehículo junto a Sana quien se percató de la expresión de preocupación en el rostro de su amiga, durante el camino trató de tranquilizarla y decirle que todo estaría bien, por un momento Mina se sintió confiada ante ello porque si algo tiene Sana es su empatía y capacidad para contener a los demás.
Sin embargo todo se vino abajo en cuanto se percató de la presencia de un hombre que para su infortuna le es familiar, precisamente cuando ambas japonesas estaban por ingresar al bar, apareció Park Jinyoung quien miró a Mina de manera altiva con una sonrisa de burla, es como si estuviera satisfecho por algo o al menos eso le parecía a la menor.
La pelinegra apretó los puños, detestaba a ese idiota con todas las fuerzas de su ser y solo habían cruzado palabra una vez, pero no hacía falta que lo conociera demasiado, Nayeon ya le había contado lo suficiente, era un completo patán con todo lo que la había hecho sufrir y esa ya es una razón lo suficientemente válida para justificar su desprecio hacia él.
—Choi.—Chasqueó los dedos para llamar a uno de los encargados.—¿Dónde está mi taxi? ¿Ya lo llamaste?
—Sí, Sr. Park. Este es su taxi.
Él encargado le abrió la puerta trasera del auto y antes de subirse Jinyoung le dedicó una última mirada a Mina.
—Mina ¿Por qué te miró de esa forma? ¿Lo conoces?—Preguntó Sana al darse cuenta de las miradas del desconocido hacia su amiga.
—Sí, es el ex novio de Nayeon.
Mina no pudo evitar sentir desconfianza ante la presencia de Jinyoung, no era una simple casualidad que él estuviera en el mismo sitio que Nayeon, debía entrar rápidamente y asegurarse que ella estuviera bien.
Sana por su parte prefirió no hacer ningún comentario, simplemente se limitó a seguir a Mina, ambas entraron al establecimiento que está bastante lleno a pesar de ser día de semana, sin perder tiempo las dos japonesas se acercaron hacia él encargado de la barra para preguntar por Nayeon, ya que sería difícil encontrarla en medio de tantas personas.
—Buenas noches, disculpe ¿Por casualidad ha visto a esta señorita?—Preguntó Mina, mientras le mostraba una foto de Nayeon en su teléfono.
—Sí, está en esa mesa de allá.—Él encargado señaló la mesa en la que se encuentra la mayor.
—Gracias.—Dijo Mina.
En cuanto estuvieron frente a la mesa que les había indicado, vieron a Nayeon con la cabeza apoyada sobre la mesa con los ojos cerrados, dormida, ignorando todo el ruido que hay a su alrededor, Sana sonrió debido a lo adorable que se veía.
Mina se sentó junto a la mayor.
—Nayeon.—Sacudió suavemente su hombro, la nombrada apenas se movió.—Nayeon, despierta.—Insistió.
La nombrada abrió los ojos despacio, levantando su cabeza de la mesa para mirar a Mina.
—Mina, viniste.—Sonrió contenta, dándole un abrazo.—Hola Sana.—Saludó a la castaña en cuanto se percató de su presencia.
La japonesa miró sorprendida la cantidad de botellas vacías sobre la mesa, definitivamente Nayeon estuvo acompañada, ella no sería capaz de beber tanto alcohol sola.
—Nayeon ¿Con quién estabas?—Preguntó Mina.
La mayor soltó una risita mientras miraba a la pelinegra.
—¿Por qué?¿Estás celosa?—Le preguntó antes de besar su mejilla.—No te preocupes, a mi solo me gusta Mina-chan.
—Estoy hablando en serio Nayeon, por favor respóndeme.—Habló Mina con seriedad.
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Make Me Love You
FanfictionNo tenían nada en común, sus personalidades ni siquiera eran similares, una era tan fría como una noche de invierno, y la otra tan cálida como el sol de verano. Su vida era aburrida, incluso sin sentido pero aquel rayo de luz logro entrar en lo más...