Capítulo 9: No me tienes que decir y no tengo que saber

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Arte: yoquierodibujar

Aclaración: De acuerdo con las reglas actuales de Wattpad, se afirma que todos los personajes (implicados en situaciones sentimentales y eróticas) tienen 18 años o más, son mayores de edad.


Kyle parpadeó varias veces al escuchar a Cartman. Estaba confundido. Él mismo todavía no tenía claro aquello de su orientación, ¿cómo es que el otro estaba tan seguro de eso? En todo caso, era su jodida decisión personal no andar besando a todos o a todas, menos sin sentir ganas de siquiera pasar el rato con esas personas. No había pensado en un "él", pero no era el momento ni la persona para externar sus reflexiones.

Siguió con la mirada a Cartman cuando se levantó y frunció las cejas—. Venado asustado y una mierda —refunfuñó, dispuesto a demostrar lo contrario. Ya tenía otras cosas en mente, por encima de los sonidos y las imágenes tan gráficas de antes. Ahora su "inconveniente" comenzaba a disminuir y a incomodar menos.

Pudo pararse. Para una caricia como ésa, aquello no era lo que imaginaba como un llamado perfecto, pero debía pensar que no se trataba de algo romántico y que Cartman había besado a varias personas y no sólo a Wendy, como Stan. Tal vez hasta había besado a Kenny y el rubio debía ser como todo un experto en el área.

Sin embargo, para que viera que iba en serio y que estaba dispuesto, le tomó de las mejillas para atraerlo a su cara y darle el primer beso, un poco duro y breve, con los labios muy tensos para disimular el temblor en ellos. Un beso al fin, en el sentido estricto de la palabra. Aún bastante cerca, abrió los ojos para verlo y asintió para seguir. Si era sincero, era bastante extraño tocar a Cartman para algo que no fuese golpearlo. Una caricia debía ser como lo contrario a todo lo que solían hacer.

Eric no esperaba el beso. Ni había cerrado los ojos cuando el judío ya le plantaba un beso que pudo haberlo lastimado si el movimiento hubiese sido un poco más rápido. Pero fue perfecto. Su pecho latía con demasiada fuerza ya que el pelirrojo se detenía para verlo y volvía a intentarlo. Quiso sonreír ante el beso casto que solo unía sus labios como si se tratara de niños besándose por primera vez. Quizá lo eran. Quizá estos también eran sus primeros besos. No había forma de contar los anteriores, esto se sentía mucho mejor que toda su experiencia previa.

El pelirrojo entrecerró los ojos ante la constante cercanía. Cartman era mucho más suave de lo que imaginaba, a juzgar por sus acercamientos. Sus labios eran mucho más firmes que los suyos y, a este punto, no tenía comparación con sus besos previos, puesto que no los recordaba bien, habían sido hace bastante tiempo.

— Bien —pasó saliva y se alejó un poco—. Eso está bien. Besos así están destinados a ser cortos y rápidos, como un saludo o una despedida. Es un gesto que da una imagen cálida a la relación —pasó una mano por su nuca para mantenerlo quieto y así besar la comisura de sus labios, su mejilla y su mandíbula en besos cortos—. En la frente, en la nariz... El rostro en general funciona para ese tipo de besos —Eric pensaba que seguro ya estaba muerto y había llegado a su cielo particular. A lo mejor estaba en coma, en estado vegetal; debía ser alguna opción que lo tuviera hasta el tope de alucinógenos. No había forma en que estuviera despierto viviendo aquel momento.

Por alguna razón a Kyle le gustaba el efecto de los chasquidos contra su piel. Claro que había visto antes esas demostraciones de afecto, pero era muy diferente sentirlas. Sabía que eso era natural entre las parejas, les encanta tocar a su ser amado por breve o inocente que sea el contacto. Así debía ser. Era claro que ellos mostrarían una relación con subidas y bajadas, con conflictos, pero entre ellos debían tener muestras así, era como lo más básico.

— El tema cambia si sales de esa área, a menos que sea aquí —siguió explicando Eric y, a propósito, tomó una de sus manos para llevarla hacia sus labios. Depositó un beso en su dorso y la volteó para repetir la acción en su palma. En todo el proceso, lo veía a los ojos—. Aquí sigue siendo algo cariñoso y un toque de... devoción.

¿EL KYMAN ES REAL?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora