Capítulo 120: Eres fuerte, estarás bien

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Arte: yoquierodibujar

Aclaración: De acuerdo con las reglas actuales de Wattpad, se afirma que todos los personajes (implicados en situaciones sentimentales y eróticas) tienen 18 años o más, son mayores de edad.


Kyle no sabía todo lo que se estaba perdiendo al no tener una relación real. Todo el amor que se tenían saliendo a relucir y toda la libertad de besarlo sin pensar en los demás, si les gustaba o los incomodaban.

Y en definitiva los viajes eran más cortos cuando se concentraban en ellos nada más. La casa de los Marsh ya estaba preparada para recibirlos, habían pasado tantos días ahí que todos se sentían ya como en su casa. La familia de Stan no estaría en la ciudad, habían salido a visitar a Shelly en la universidad, lo que les daba un poco más de libertades.

— Llegamos —anunció Butters de forma alegre.

Mientras, Eric batallaba para separar sus labios del cuello de su novio. El deseo por morderlo volvía a ser tan palpable, ahora más que nunca.

Kyle se quedó con una sonrisa al escuchar el aviso de Butters, como una forma discreta de poner una pausa a lo que fuera que se estuviera cocinando ahí atrás.

— Ya es de noche, ya puedo decir que ha sido uno de mis mejores cumpleaños sin temor a equivocarme —confesó para Eric cuando ambos se enderezaban para salir. Todavía se estiró para darle un beso más, ambos sonrientes con todo lo que estaba pasando—. Gracias, amor —dijo al final y abrió la puerta.

Los chicos bajaban las cosas del auto y Kyle sólo vio de reojo que su celular se quedaba sobre el tablero del auto. De todos modos aquí estaban todas las personas a las que quería contactar.

Kenny acordó no tomar más en esta noche, no frente a Kyle, porque ellos dos ya estaban un poco tomados, apenas lo necesario para ponerse a preguntar sobre la cena familiar y cómo lo había vivido Eric. Reían con los detalles mientras todos picaban botanas y luego Butters hablaba de todos los pasos necesarios para que cayera pirotecnia justo a esa hora y cómo Kyle y Eric apenas habían llegado para disfrutar de todo.

A Kyle le volvió a dar un poco de pena cuando admitió todo lo que había pasado para que pudieran llegar. A Kenny le parecía muy gracioso, pero Stan le miraba con miedo y Butters con curiosidad, también a Eric.

El pelirrojo abrió los regalos y, entre videojuegos, libros y una nueva jersey de básquet, se encontró con ropita para bebé que le hizo pensar que tendría a dos pedacitos de carne de ese tamañito. Le entró el sentimiento y abrazó a Kenny, porque sabía que era regalo de Kenny.

En algún momento se olvidó que Butters no sabía todo el contexto y le dijo tan natural la noticia, luego Stan fue el sorprendido de que fueran dos y finalmente Kenny sólo se reía de tanta sorpresa, jurando que le había dicho a su novio y que era cierta su teoría de que tanta cogedera debió duplicar a la bendición.

Después quisieron ver un par de películas en la sala, aunque al poco rato Kyle quedó rendido entre los brazos de Eric. Igual habían quedado en acomodar el sofá cama de ahí y no portarse mal en la sala de los Marsh. Y ni cómo, el cumpleañero estaba exhausto, pero feliz.

Había sido una noche realmente asombrosa. La mayoría había salido como Eric había planeado, pero lo que la hacía perfecta era que terminaba con el pelirrojo entre sus brazos y eso nada lo podía mejorar.

Los ruidos en la cocina empezaron a media mañana. Butters y un Stan muy sobrio parecían encargarse del desayuno entre risas que intentaban ser bajas, que de plano fracasaron por completo cuando Kenny se unió a ellos.

¿EL KYMAN ES REAL?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora