Capítulo 107: ¿Quién contesta así su teléfono?

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Arte: yoquierodibujar

Aclaración: De acuerdo con las reglas actuales de Wattpad, se afirma que todos los personajes (implicados en situaciones sentimentales y eróticas) tienen 18 años o más, son mayores de edad.


Cuando Kyle salió ahora sí atendió todo lo que decía el doctor. Le confesó que estuvo comiendo bastante más libre, fuera de su dieta basada en su diabetes, que también se había vuelto sedentario, excepto si se trataba de la intimidad que mantenía con Eric. Y que podía hacerse todos los exámenes necesarios del mundo. Podía empezar a hacerse una idea si seguía a alguien que sabía más que él de bebés... Y ahora mismo sentía que no sabía un carajo de nada.

El doctor empezó a dar más indicaciones sobre lo que podían y debían hacer, pero su atención fue mayor cuando llegó a la parte del ejercicio en pareja.

— El embarazo se va a desarrollar más rápido que uno regular, se trata de una pareja omega y alfa, sin embargo, existen posiciones que pueden practicar sin poner en riesgo a los bebés. Es conveniente que sigan teniendo intimidad. Les mandaré información por correo para que revisen todos los detalles que hemos revisado en la consulta.

Tal vez Kyle ya lo había escuchado de Liane, pero que lo dijera un doctor aquello del desarrollo rápido del embarazo lo hacía sentir peor. Era como una sentencia de muerte que le daba unos meses más de respiro. Se había desvanecido toda la seguridad que sentía antes referente a la rutina que llevaba con Eric en ese estado.

Kyle se había quedado con la mirada en frente, un poco ido con toda la información que le había dado el doctor: lo que debía tomar, lo que debía comer, hasta cómo debían coger. Era como si de repente todo en su vida se tratara de los bebés. Y pensarlo de esa manera lo hizo sentirse egoísta por sólo querer que no fuera así.

Los dos llevaban varios minutos sentados en el auto en silencio cuando Eric suspiró y encendió el auto.

— Iremos por la cubeta de KFC, mañana nos preocupamos por la dieta que nos dio —anunció cuando puso el auto en marcha.

Su mano fue a tomar una de las del pelirrojo mientras paseaban por las calles tranquilas del pueblo.

— Quita esa cara, Kahl, dos pelirrojos más en el mundo no es un daño tan grande para la humanidad —bromeó con una sonrisa de lado.

Kyle ni se quejó por lo del KFC, aunque ya sabía que no debía. En cambio, escuchar lo de los pelirrojos lo hizo voltear a verlo con molestia, aunque se quedara con su mano.

— ¿Cómo sabes que son pelirrojos? La cosa de la ecografía venía en blanco y negro, hasta donde recuerdo —volvió a desviar la mirada al camino—. Además, todos en tu familia son castaños, mi papá es castaño. Hay una posibilidad... —suspiró con exasperación y se llevó ambas manos a la cabeza, sentía que sólo estaba hablando por hablar.

— Me estoy cagando de miedo, Eric... —aceptó por fin, tal vez no lo decía desde que se habían enterado de que podían procrear, pero era algo latente en sus pensamientos—. Es que... Si de por sí no sabía cómo proceder con un bebé, ahora dos... ¿O sólo soy yo? Maldita sea, tú te veías tan feliz que parecía que ibas a besar a Raúl.

Entonces sacó su celular y empezó a buscar el número de Sheila entre sus contactos—. Creo que ya es momento de decirle a mi madre, Eric... No lo sé, es demasiado... —dio a marcar y se llevó el celular a uno de sus oídos, con toda la preocupación marcada en su expresión.

De repente Kyle estaba explotando en medio de un alegato que en gran medida tenía sentido, pero la última parte hizo que Eric volteara a verlo alarmado. Estaba bastante seguro de que en cuanto Sheila se enterara de lo que estaba sucediendo iba agregar más estrés a su novio y, según el doctor Raúl, mantener en paz a su omega era una parte muy importante de su trabajo como alfa.

¿EL KYMAN ES REAL?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora