¿EL KYMAN ES REAL?

Capítulo 137: Conocí a una chica judía que se llama Yentl

Arte: yoquierodibujar

Aclaración: De acuerdo con las reglas actuales de Wattpad, se afirma que todos los personajes (implicados en situaciones sentimentales y eróticas) tienen 18 años o más, son mayores de edad.

Kyle se sentía tremendamente extraño. Todo a su alrededor estaba en orden, pero él apenas era un espectador, como si todos estuvieran empeñados en que no tuviera participación en nada. Él no era así, él estaba en medio de cualquier organización. Y una mudanza era uno de los máximos actos organizativos.

Igual sabía que las intenciones de todos eran buenas, por mucho que no estuviera de acuerdo.

Cuando Eric se acomodó a su lado, movió la manta para cubrirlos a ambos y se acurrucó. Pero si hubiera hecho caso a la pregunta ¿habrían discutido? Tenía ganas de recibir una maldita reacción real en ese lugar. Era obvio que estaba pasando algo y no querían decirle. ¿Era por la mordida? ¿Sheila decidió manejarlo de forma fría en vez de explotar frente a todos? ¿Le dijo algo a Eric? Pero Liane no lucía consternada...

Y a todo eso, la cuestión más evidente de ese asunto era que no habían viajado por aire como la primera vez. ¿Sería algo sobre los idiotas del hospital? A ese punto, ya tenía ciertas reservas de preguntar. Además, podría ser que sólo le mintieran.

En medio de ese caos mental se quedó profundamente dormido. Despertó bajo un lago de su propia baba, en la ropa de Eric, aún muy pegado a él. Se soltó para tallarse los ojos y desperezarse mientras veía hacia una ventana. Reconoció las carreteras de South Park, las hileras de establecimientos y luego las casas. ¿Estaría tan tranquilo porque ya estaba oscuro? Quizás eso también fue parte del plan.

Ike abrió el garaje de su casa y Liane guardó la camioneta, en un aparcamiento más veloz, en donde podrían tardarse lo que quisieran para desempacar y bajar. Supuso que eso no atraería miradas chismosas y él podría bajar con cuidado, lo que parecía ser el único trabajo que no le podían quitar.

Se dirigió al baño, dejando que los demás hicieran sus cosas. Los chicos se ocuparon velozmente de las maletas y regresó recién cuando todos estaban parados en la sala, incómodos entre comentando el viaje y quejándose de lo cansados que estaban.

Para despedirse, Stan y Kenny lo abrazaron a la vez, uno de cada lado. Eso lo hizo sentir un poco gigantesco, como que tenían que cubrirlo desde varios lugares. Se soltó con un gruñido, fingiendo mal humor que murió con timidez ante la despedida de Sharon.

Finalmente, volteó hacia su suegra y su amado. Entonces Sheila le preguntó a Liane si estaba segura de irse así nada más, que podría darle un aventón o pedirle un taxi, ya que reflexionó que no podría manejar con su lesión.

Se quedó con un gesto de duda cuando sólo Liane se iba y Sheila estaba ahí, sin echar a Eric, sin comentar algo al respecto...

En serio, ¿qué estaba pasando?

Para Eric también había sido extraño ver cómo todos se despedían y se iban, mientras él se quedaba como si fuese parte de esa casa judía.

Liane se detuvo un momento para abrazarlo y decirle que al día siguiente podían organizar las cosas que iba a necesitar para traerlas de su casa, a lo que solo asintió.

Cuando la puerta se cerró detrás de ella, la sala estuvo un momento en silencio antes de que todos volvieran a moverse.

— Iré a preparar algunas colchas extra para ustedes —dice Sheila de forma apresurada, para después dirigirse hacia las escaleras.

Gerald los ve pero parece quedarse repentinamente sin palabras.

— Ummm, es bueno que estén aquí. Nos tenían preocupados —dice apenas poniéndoles atención—. Deberían descansar por hoy, han pasado muchas cosas. Mañana podremos hablar de eso... —en ello se acerca al pelirrojo, pero cuando va a abrazarlo se detiene sin saber bien cómo proceder—. Bienvenido, hijo —dice poniendo una mano en su hombro, mismo que aprieta con suavidad antes de descubrir la mordida en su cuello y tener una expresión de genuina sorpresa en sus ojos.