¿EL KYMAN ES REAL?

Capítulo 62: Te abrazaría, pero no sé dónde ha estado... todo tu cuerpo

Arte: yoquierodibujar

Nota: shoutout a Haya, que aparte de sus preciosos dibujos hace revisiones a cada capítulo quq love you, dude, por eso nuestro bebé está tan bello.

Aclaración: De acuerdo con las reglas actuales de Wattpad, se afirma que todos los personajes (implicados en situaciones sentimentales y eróticas) tienen 18 años o más, son mayores de edad.

Tener a Kyle como novio, aunque todavía fuese algo así como falso, era lo mejor que a Eric le había pasado en su vida. Sus sueños eran basura en comparación a la delicia que era la realidad de tener al pelirrojo a su lado, de tener su atención; de que fuese, por increíble que pareciera, el objeto de su deseo. Mierda, sólo pensar en lo afortunado que era lo hacía querer publicarlo en internet. Y ya lo había hecho...

La palabra "tomarte" le erizó la piel. Aunque podían mandar a la mierda a Kenny, no estaba seguro de querer impulsar esa primera vez una tienda de disfraces y sin ningún lubricante a la vista. Él aún no aprendía a lubricarse como Kyle, seguro no podría guardar silencio y eso sería un completo caos. La segunda opción se le antojó perfecta. Todavía recordaba el sabor de Kyle, qué decir del sabor de la lubricación entre sus muslos, había sido algo nuevo y atrayente... ¿el judío lo juzgaría mucho si se lo confesaba?

— Siempre supe que querías verme de rodillas, elfo —detuvo sus manos para verlo a los ojos y sonreír, aceptando de buena gana su deseo.

Kyle observó con atención la expresión del otro, sin saber bien qué le hacía a su pecho, el movimiento que causaba bajo su prenda gruesa. Sin la bata era seguro que apenas estaba medio cubierto su cuello, seguro se veían las marcas de ayer. Pero eso era una preocupación para el futuro.

— Sólo tengo una petición —agregó Eric cuando ya lo tomaba de la cintura para cambiar posiciones—. Quiero que estés frente al espejo y veas tu rostro necesitado cuando gimas mi nombre —entonces lo besó, previo a poner una rodilla en el suelo—. Su majestad... —reconoció con una sonrisa de lado, sin apartar la mirada de sus ojos verdes mientras desabrochaba sus pantalones.

A Kyle le llamaban la atención los ojos del castaño, tan dedicados a él, y su voz que manejaba a su antojo el deseo que se gestaba en todo su cuerpo. Vaya, le llamaba la atención hasta esa pose reverencial para algo tan físico... Era sensual, bastante, le calentaba la cabeza por completo. Podría venir a tocar quien quisiera, no le abriría ni a su madre.

Sus propios ojos dieron un paseo frente al punto mencionado. La escena era tan buena como en su primer plano. Aunque más que su propio rostro le llamaba la atención el cuerpo de su amante, su pose. Volvió sin dilación al rostro de Eric, a veces echando una mirada a lo que hacían sus manos y que resentía debido a la presión de su entrepierna—. Tienes mucha confianza en tus habilidades, joven mago —estiró una mano para tomar su mentón y pasar el pulgar por su labio inferior—. Haz lo posible por dejar el traje limpio... y tendrás tu debida recompensa en el festival, más tarde —eso ya era cada vez más seguro, con más razón cuando lo viera caracterizado.

— ¿Joven mago? —repitió Eric—. Tú puedes llamarme "Su Alteza" o "Mi Rey", quizá "Hechicero super poderoso al que admiro y deseo" —dijo con una sonrisa cuando la mano ajena detenía su rostro. No había altanería en su tono, se había rendido ante él de buena gana y ahora disfrutaba ese gesto.

Kyle pensó que Eric seguía siendo un tonto. Supo hacerlo sonreír con las ideas para llamarlo, aunque no estaba tan seguro de poder llamarlo de todas esas formas, es decir, no entre gemidos por lo menos. De hecho, eso le hizo pensar que tenía un buen nombre para ese momento. Era un nombre que se había sorprendido gimiendo incluso a solas, para acallar su deseo por él en medio de la soledad y su orgullo inútil.