Capítulo 96: Sí, soy horrible por pensar en ti

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Arte: yoquierodibujar

Aclaración: De acuerdo con las reglas actuales de Wattpad, se afirma que todos los personajes (implicados en situaciones sentimentales y eróticas) tienen 18 años o más, son mayores de edad.


Kyle abrió su puerta. Había dicho que quizá no podrían seguir durmiendo, pero se sentía como que sí cuando pensaba todo lo que faltaba para entrar a clases. Debería pensar en que se ha retrasado por esos días de ausencia, pero de sólo recordar el calor de las cobijas y... los brazos de Eric... ¿Cuánto mal podrían hacer un par de horas?

— Olvidaste tus papas —dijo Eric al dejar la bolsa entre los brazos del pelirrojo, solo para tener las manos libres y poder abrir la puerta para ambos.

Dejó que entrara primero y cerró tras de sí, casi al instante pudo sentirse rodeado de un calor que le hizo suspirar con satisfacción—. Dijiste que no podrías dormir... podríamos ver una película en lo que te da sueño. Aún faltan algunas horas para que tengamos que prepararnos para la escuela.

Mientras escuchaba el plan Kyle agachó la cabeza para pescar un par de papas con los labios—. Mhjum... —asintió mientras se comía esas "últimas" papas, sin manos de por medio y se giró de camino a la cocina—. Sube y ponla. Yo te alcanzo en un minuto, necesito agua después de toda esta sal —anunció con un tono suave, porque no tenían que estar hablando a viva voz en medio de la noche. Era respetar el descanso normal de Liane.

Eric había sonreído de forma amplia al verlo comer papas en su camino a la cocina. Ver a su judío tan relajado comiendo y paseándose con confianza por su casa era algo que necesitaba mantener en su rutina.

Se apresuró a subir las escaleras, se quitó la chaqueta, el pantalón de mezclilla y aventó los gorros a una esquina de su habitación antes de prender el televisor y hacerse lugar en medio de la cama. Aprovecharía su idea de ver películas lo más posible, así que su selección también fue bien pensada. Colocó la película que el pelirrojo había amado por meses y de la que hablaba cada que podía. Luego esperó hasta que llegara, lo cual no fue por mucho tiempo.


Kyle dejó las sobras al lado de la estufa y llenó un vaso de agua. Cada que la bolsa se le cruzaba no se resistía a tomar varias papas, hasta llegar a un puño y llenarse las mejillas como una ardilla. Le daba miedo volver a sentir ese terrible antojo que fue capaz de arruinarle su horario de sueño.

Tomó un vaso entero y fue a servir más antes de salir de la cocina. Llevaba una lata de refresco para Eric, por si se le ofrecía. Y porque... porque estaba en su casa y sería grosero no llevar nada.

Subió un poco a tientas y llegó a la puerta entreabierta, donde se filtraba apenas una ligera lucecilla azul. Entró al cuarto y le estiró el refresco, después dejó su vaso de "su lado" y se sacó el suéter y la bufanda. Ya no los necesitaría para recibir calidez y confort, una vez que se acomodaran de nuevo en la cama.

Eric tomó la bebida ofrecida con algo de curiosidad y palmeó el lugar entre sus piernas para invitarlo a sentarse ahí—. Vamos, trae tu trasero aquí, ambos sabemos que eres friolento —dijo tratando de quitarle importancia a su movimiento.

Ante la indicación, Kyle se quedó mirando con atención a la posición de Eric, apenas los segundos que tardó la película en llegarle a los oídos. Se giró y se quedó viendo a la pantalla, con ese ánimo que llega de querer ver esa obra maestra de nueva cuenta. Obviamente tenía que acomodarse. Se deslizó hasta quedar entre las piernas del castaño y luego arroparlos a ambos. Había advertido la falta de pantalones de Eric y tenía que alejarlo del frío.

¿EL KYMAN ES REAL?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora