¿EL KYMAN ES REAL?

Capítulo 134: ¿En serio?

Arte: yoquierodibujar

Aclaración: De acuerdo con las reglas actuales de Wattpad, se afirma que todos los personajes (implicados en situaciones sentimentales y eróticas) tienen 18 años o más, son mayores de edad.

El ambiente estaba cargado del olor a palomitas y la boca de Kyle era una mezcla pastosa (por los nervios) llena ese sabor y de algo más amargo. Pero al otro instante estaba rodeado de algo mucho más atrayente que hizo que el dolor en su pecho fuera disminuyendo poco a poco, como si Eric pudiera mecerlo y calmarlo con su mirada y sus palabras.

Era desconcertante. Quería seguir enojado, y luego llegó ese maldito choque de sinceridad y de entrega, de tacto. Sus manos dejaban de temblar con ayuda de las otras. Era como si le diera fuerzas. Se sentía tan bien.

— Siento que te lastimé desde que dije eso en el hospital —se acercó a él—. Yo sólo... quería lo mejor para mis bebés, y tenía... tengo tanto miedo de equivocarme y dañarlos y dañarte más a ti —se encogió un poco, pero no soltó las manos de Eric.

— Yo también te amo, pero también siento que te odio. Me haces decir estas estúpidas cursilerías —fue a apretar la cara al pecho del otro, llorando—. Me echaste de nuestra familia sin reclamar nada. Me dejaste solo ahí y luego salvaste a mi mamá. Me dejaste desnudo y mojado en el jodido baño y luego me hiciste los mejores sándwiches de Cheetos —ya para entonces no sabía qué era reclamo y qué no, sólo se estaba descosiendo—. Y eres tan odioso y te quiero golpear hasta que te calles, pero luego quiero dormir contigo para toda la vida y que el día que me muera hagan un ataúd doble para tenerte ahí lo más pronto posible —y luego lo abrazó, tratando de ponerse en paz—... ¿En serio quieres esto? ¿En serio?

El ambiente en la habitación había sido tan pesado. El pecho de Eric se había oprimido y el olor le había parecido ácido. Sin embargo, entre más hablaba Kyle todo parecía llenarse de luz.

Correspondió al abrazo sin dudarlo y en su interior dejó caer el peso que había estado cargando por días, por semanas. Kyle lo amaba, lo amaba y deseaba quedarse a su lado. Debía sentirse egoísta por desear mantenerlo a su lado, sin embargo, era todo lo que deseaba. Estaba seguro de que, con el pelirrojo a su lado, conquistarían al mundo tarde o temprano. Kyle había sido su impulso y su razón de hacer las cosas desde mucho antes de que supiera que le gustaba. La vida lejos de él no parecía tener sentido. Y ahora sabía que Kyle también lo quería cerca.

Se necesitaban mutuamente. ¿Cuánto tiempo había sido así? No podía evitar preguntarse si hubiese sido de la misma forma sin la intervención de todo aquel experimento de castas, pero algo en su interior le decía que incluso antes de ser alterados genéticamente sus destinos apuntaban a ser inseparables.

Entonces asintió mientras aspiraba el dulce olor del cabello rojizo, en medio de ese abrazo.

— Tú eres lo que más quiero en este mundo —confiesa y aprieta a Kyle con suavidad—. No importa lo que pase en el futuro... Sé que será mejor si te quedas a mi lado.

Eric se separa un poco para levantar el rostro del pelirrojo y poder verlo a los ojos.

— Juntos somos invencibles, Kahl —dice sonriendo con la seguridad de que aquello es real—. ¿Me preguntas si esto es lo que quiero? Por supuesto que sí, no concibo mi vida sin ti en ella, judío. Eres una plaga —se queja con una sonrisa en los labios.

Para Kyle era como si pudiera sacudirse la angustia que lo había estado acechando por días, incluso meses. Y en medio de esa cercanía era cuando se sentía menos triste. No lo había notado hasta ahora, pero sus momentos de mayor determinación y seguridad los vivía cuando sentía a Eric así, tan unido a él, no sólo bajo vínculos físicos sino también emocionales... ¿espirituales?