¿EL KYMAN ES REAL?

Capítulo 56: Sólo acepto pacientes desnudos en mi cama...

Arte: yoquierodibujar

Aclaración: De acuerdo con las reglas actuales de Wattpad, se afirma que todos los personajes (implicados en situaciones sentimentales y eróticas) tienen 18 años o más, son mayores de edad.

A Kyle le gustaba que Eric tuviese todo el control. Ceder. Sobre sus brazos apenas se podía mover sin sentir la adrenalina de que podría caerse. Lo hacía temblar todo mientras se servía de él con ese tipo de roces y agarres libres, imponentes. Lo sacudía entero, lo tenía dispuesto en un par de movimientos tan rápidos, que ya sólo pensaba en desprenderse de lo necesario para que pudiera metérsela.

Eric consideró llevarlo a Kyle a la cama deshecha, pero no quería esperar. Sus manos apretaron su trasero con deseo antes de bajarlo y desabrochar la bragueta del pelirrojo, sin molestarse en preguntar, pues estaba ocupado besando su cuello. Ni siquiera pensó en desnudarlo por completo cuando metió su mano para masajear su polla de forma directa.

Aunque sus pies volvieron a tocar el suelo, Kyle se quedó pegado a Eric, a sus manos que se tomaban la libertad de deshacerse de su ropa apenas. Apenas lo tocó. sintió que le sobrevino una intensa ola de calor acelerada, como estaba siendo todo. Nunca lo habían hecho de pie. Se sentía otro tipo de cercanía, todo tenía un proceder más impulsivo.

— Me gusta cuando eres ruidoso, Kahl... —Eric dijo contra su oído, recargando la frente contra la puerta—. ¿Crees que sea un problema que tu padre y Randy sigan en el sótano? —preguntó con malicia al apretar un poco más su agarre.

Kyle movió de forma instintiva las caderas contra la mano que lo atendía y empuñó sus manos al escucharlo. En otro contexto lo haría enojar de nuevo. ¿Cómo se atrevía a hablar de los adultos cuando estaban en medio de eso?, ¿quería que se arrepintiera? La tensión detuvo lo que tenía pensado decir y sintió que debía cerrar sus muslos en medio de ese espasmo. Cabrón.

— Se van a... a quedar ahí... o tal vez vayan a la cocina. Eso sería un problema —aclaró con ligera agitación. En su mente resurgía ese morbo de ser descubiertos, aunque en su momento no se había sentido así de bien. Pero pensar que afuera todos llevaban su vida normal en donde ellos hacían tantas cosas, le subía la temperatura de una, lo hacía sentir hasta desesperado—. Me gusta cuando me haces ser ruidoso, Eric, pero no podemos, ahora es... —recargó los labios contra uno de sus hombros y tensó el agarre de sus manos, en un abrazo que salía un poco del tono pero expresaba su ansiedad al sentirse acariciado—. Deja de jugar y sólo... ah... carajo. 

Eric sonrió ante esa voz afectada por la urgencia y siguió con sus atenciones. Kyle no había pedido nada directo aún, podía divertirse un poco más—. Veremos si puedes contener esos jadeos de placer, está en ti, Kahl —dijo divertido conforme su otra mano jalaba los pantalones ajenos hasta que cayeron alrededor de sus tobillos, sin ropa interior de por medio, al haberse vestido tan rápido.

Besó su cuello sin dejar de atenderlo. Dejaba marcas mientras su mano desocupada bajaba desde su espalda baja para acunar su trasero y meter los dedos entre las mejillas ya húmedas—. Parece que ya estás mojado de nuevo, judío —recalcó, completamente satisfecho de saber que eso era algo natural en Kyle, producido directamente por la excitación de estar con él—. Carajo... Eres tan caliente, te voy hacer gritar mi nombre —amenazó pegándose por completo a él para arrebatar sus labios en un beso intenso.

Como pudo Kyle se deshizo de su pantalón, por lo menos de un tobillo, para abrir las piernas cuanto quisiera. En este punto se sentía casi escurrir en el área trasera y con preseminal en su miembro que acaparaba Eric. Su cuerpo era como un libro abierto, era bastante evidente su disposición.

A pesar de que daba apertura al castaño y le indicaba sin palabras lo que quería, se estaba tomando su tiempo. La intrusión de los dedos en su entrada mojada fue el colmo. Se tensó entero en un escalofrío de placer y por un momento enterró la cara en el cuello de Eric para gemir, necesitado y a la vez exaltado con lo que escuchaba. Alzó sus caderas para acentuar el roce, porque no se podría contener, no lo veía posible en ese momento.