Capítulo 141: La vida es un riesgo

450 51 37
                                    


Arte: yoquierodibujar


La taquicardia de Kyle empezaba y su cabeza no paraba cuando fue hacia su celular para intentar contactar a su novio. Tal vez tendría que salir a buscarlo, llamar a otras personas y... Su locura se detuvo con el sonido más fuerte de su ventana. Fue hacia allá para ver al castaño buscando más piedras.

El alivio que sintió fue tan grande, pero a la vez pudo ver que parte de su ventana se estaba cuarteando. Abrió el otro extremo para llamar la atención del otro.

— Pedazo de tarado, ¡¿qué crees que haces?! Cómo se te ocurre —lo regañó, aunque con voz más baja, porque ya entendía más esa estrategia de la ventana—. Ven acá de una vez para poder golpearte como se debe.

La mirada azul se levantó para encontrar el gesto molesto de Kyle. Por un momento dudó en si debía tirar la piedra...

— Pues si abrieras la ventana a la primera no hubiera sucedido —gruñó cuando por fin decide que romper la ventana de Kyle sería más perjudicial que divertido—. Es totalmente tu culpa por no estar atento —presionó antes de poner la bolsa de la compra colgando de su muñeca para tener oportunidad de subir.

Estar lejos de Kyle le había generado una necesidad de volver a verlo, de tocarlo, que solo fue saciada cuando pasó la ventana y vio a su judío en todo su esplendor. Incluso su gesto molesto parecía entrañable. ¿Era la unión de la mordida lo que lo hacía así de dependiente?, ¿o era el embarazo de Kyle lo que los alteraba? A Kyle también le sucedía, ¿cierto?

— ¡¿Ni siquiera te diste cuenta de que no estaba?! —dijo, de pronto resolviendo en su cabeza que esa era la razón por la que no le había abierto rápido.

A Kyle se le había pasado abrirle a Eric por pensar en Eric, ¿qué tal eso? Las hormonas le habían freído el cerebro y ahora bien podría estar tan feliz para mover la cola, como perro.

Pero no estaba apreciando que el otro lo culpara y luego dudara de su Novio-radar. Eso lo hizo cruzarse de brazos y rodar los ojos. ¿Eric quería seguir peleando? Pues para él estaba perfecto.

— La verdad me di cuenta sólo porque nadie estaba jodiendo detrás mío todo el tiempo —dijo con aparente molestia. Luego volvió a verlo y negó con la cabeza—. Ahora vas a tener que cambiar esa ventana, nadie más puede entrar aquí —buscaba regañarlo, porque le ofendía que dudara de que lo había necesitado en verdad, que lo había extrañado, como buenos chicles que eran ahora.

Y le dolió poquito pensar que tal vez Eric había salido para descansar de él. Pero igual, tan orgulloso como era, dejó eso de lado y se acercó a él para darle un beso como bienvenida. Solicitaba un piquito mientras una mano buscaba quitarle la bolsa que llevaba.

— Espero que eso sea para mí... ¿Qué es?


A Eric le dolían las respuestas ajenas, y pudo haberlo manifestado como tal si al mismo tiempo el pelirrojo no hubiera decidido terminar con el espacio entre ellos y besarlo. Entonces una sonrisa apareció en su rostro antes de darse cuenta de que solo lo había usado como excusa para robarle la comida. Por supuesto.

— Se lo traje a Ike —le dice solo para molestar—. Ahora él es mi judío favorito —se queja pero no hace nada para recuperar la bolsa, sino que empieza quitándose la chaqueta solo para quedarse viendo la ventana. Realmente había estado a nada de romperla...

Tan pronto comenzó a mover los paquetes de comida, a Kyle le llegó el olorcito agradable que lo hizo emocionarse, expectante a probar algo que parecía especialmente escogido para él. Entonces escuchó al castaño y volvió a verlo con una mala cara, chasqueando la lengua.

¿EL KYMAN ES REAL?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora