¿EL KYMAN ES REAL?

Capítulo 28: ¡Hoy no es día de hacer bebés!

Arte: yoquierodibujar

Aclaración: De acuerdo con las reglas actuales de Wattpad, se afirma que todos los personajes (implicados en situaciones sentimentales y eróticas) tienen 18 años o más, son mayores de edad.

La invitación fue extraña, sobre todo porque Gerald no parecía que se había forzado a ser amable. Eric no respondió, pero el brazo de Kyle le indicó que no tenía escapatoria y decidió que igual tendría que tratar con sus "suegros" tarde o temprano, quizá era un buen momento para empezar a construir una sólida base de confianza y respeto para...

Saltó ante el apretón descarado en su trasero y giró su rostro para ver a Kyle, completamente sorprendido. Luego empezó a reír con suavidad. Al parecer a Kyle le gustaba el peligro de ser descubiertos. Eso y su trasero. Pero no podría culparlo, tenía un trasero asombroso.

Kyle volvió la mirada a Cartman, con un ligero tono de diversión. Igual aceptar esa rara invitación era opcional, pero la situación había devuelto un sentimiento, algo que había ayudado para aceptar el trato sobre el Kyman: que Sheila odiaría eso, que estaría tan en contra... que eso era emocionante.

Por su parte, Eric le dedico una mirada que buscaba transmitir diversión y una advertencia de que se iba a cobrar ese movimiento.

Kyle atrapó la diversión en la mirada azulina, poco antes de hacerse el desentendido y mostrar una supuesta duda inocente y muda. Ya que desvió la mirada reprimió una pequeña risa y siguió el camino a la cocina, con una expresión disimulada, de tranquilidad habitual en compañía de sus padres.

El calor de la vivienda los recibió al instante y un olor suave a café casero llenó sus fosas nasales.

— Eso huele delicioso, señora Broflovski —dijo Eric de forma cortés al quitarse el gorro, aunque la mujer apenas hizo un sonido en afirmación de haber escuchado. Luego se sentó frente a Gerald, quien en ese momento parecía reparar en la chaqueta del pelirrojo.

— No te había visto esa chaqueta Kyle —comentó el hombre con curiosidad—. Te queda un poco grande, pero se ve bien.

— Gracias, papá. Es nueva... —Kyle echó un vistazo en dirección a su acompañante y fue a sentarse a su lado.

— No recuerdo habértela comprado —añadió la pelirroja sin despegar la mirada de las tazas que servía, para largarlas hacia a su marido, a Kyle, a ella y al último a Eric...

— Hace días fui con Stan al mall. Me gustó, es cálida para estos días de lluvia y nieve. — Estiró las piernas como un reflejo nervioso mientras mentía a esos adultos que daban por hecho que su hijo decía la verdad sieeeempreee.

— Bueno, el color... pudo haber sido otro, cariño. No te sienta del todo.

— Es sólo una chaqueta, mujer. —Opinó Gerald.

Comenzaron a hablar los adultos de la nimiedad. Él no dejaba de intercambiar la mirada entre ellos, para fingir que aquello era una hora del té cualquiera. También sonó el timbrecito del horno y Sheila se puso los guantes para sacar su última tanda de galletas.

— ¿Qué hay de la bufanda? La mayoría de tus bufandas son tejidas por mí, Bubba. ¿No te gustan ya?

Aquello ya se había vuelto un juicio al look improvisado de Kyle. Lo normal—. No es eso, mamá. Me gustan las tuyas y me gusta ésta también. —Aclaró el pelirrojo con un tono paciente.

Para Eric se sentía extraña la plática que habían desarrollado sobre ropa. ¿Por qué le daban tanta atención a algo tan básico como eso? ¿Acaso Kyle nunca había escogido su ropa solo? Un gesto de preocupación y algo de pena se reflejó en su rostro mientras volteaba a verlo. Ahora entendía porque siempre parecía tener un palo en el culo. Desde que sus padres dictaban todo en su vida seguramente estaba demasiado acostumbrado a seguir órdenes y a complacer... Nunca había sentido tanta apatía por ese cliché de los padres imponiendo un peso de obligaciones y expectativas sobre el hijo mayor del que esperaban controlar su vida y volverlo un robot. ¿Era eso con lo que Kyle siempre estaba lidiado?