Capítulo 24: Estoy enamorado de tus discursitos maricas

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Arte: yoquierodibujar

Aclaración: De acuerdo con las reglas actuales de Wattpad, se afirma que todos los personajes (implicados en situaciones sentimentales y eróticas) tienen 18 años o más, son mayores de edad.


Kyle alzó las cejas con la respuesta, sin quitarle la mirada de encima. Lo encontraba algo apagado, un tanto distante. Torció la boca y asintió al aviso sin más.

Bajó las escaleras y decidió que lo normal sería esperarlo en la sala. Pero entonces vio un escenario que no estaba ahí cuando llegaron empapados de la lluvia. Cartman estaba caminando descalzo y ahí había restos de vidrio, eso era bastante peligroso. Dejó la mochila de su compañero en el sofá y fue a buscar la escoba y el recogedor. No limpió todo pero por lo menos dejó las botellas en el centro de la mesita y salió a tirar el vidrio directo a los contenedores que estaban afuera de la casa.

Dio un salto al toparse con un hombre echando gorgoritos con media cara en la nieve y un rastro de sangre en la boca y en los dientes, ya que lo vio sonreír. No era su problema. Sólo se giró y volvió a la casa. Tal vez Cartman ya había bajado.

Por su parte, Eric encontró su mochila en la sala, pero sin rastro de Kyle. La tristeza llegó a su rostro al notar lo que había pasado. Vio todo ese caos, dedujo lo que había pasado y se había ido porque había recordado el tipo de vida que llevaba y lo diferente que era de su perfecta vida. Kyle no iba a buscar una pareja en la mierda... Él saldría con una bonita chica judía. Tendría una boda judía, un trabajo muy judío e hijos judíos que heredarán su estúpido cabello rojo.

Qué estúpido e ingenuo había sido por ilusionarse con una situación de "trabajo".

— Soy un idiota —se quejó de sí mismo. Suspiró, entre molesto y frustrado, demasiado triste para aceptarlo y bastante acostumbrado para solo resignarse. Al menos habían tenido una noche. Caminó a la cocina y puso la cafetera. Había perdido el apetito, pero iba a necesitar mucho café negro si quería sobrevivir a ese día de mierda.

Kyle abrió la puerta y devolvió la escoba a su lugar. No había señales de Cartman, pero el olor a café ya se confundía con el del alcohol. Fue a la cocina y se quedó inclinado al borde de la entrada, viendo la espalda del castaño. La cocina se sumió en el silencio, interrumpido apenas por los sonidos de la cafetera, con el olor delicioso que despedía. Eso parecía ser una escena cotidiana aunque un tanto lúgubre, solitaria. Pensaba en cómo se diferenciaba con la sonrisa de Ike al decirse buenos días, con la plática eterna de su madre con su papá y... lo que era su familia, en sí.

Era una buena oportunidad. Se acercó cauteloso para tomarlo de los hombros y pegarle un buen susto. De no sentirse acalambrado hubiera saltado en su espalda como suele hacer con Stan. Sin embargo antes de tocarlo, el castaño se volteó y por poco chocan.

Al escuchar ruidos inesperados, Eric llevaba apretado en su mano el cuchillo que había tomado con discreción antes de girarse. Hubo sorpresa en su rostro al verlo y el cuchillo escapó de su mano antes de que cerrara el espacio entre ellos, para envolverlo con un abrazo demasiado impulsivo. Kyle estaba ahí, de vuelta a su lado. No se había ido a pesar de que tenía todas las razones para hacerlo.

En medio del abrazo Kyle escuchó el sonido metálico del cuchillo contra el suelo, sólo que supo que se trataba de ese utensilio una vez se separaron. Mentiría si dijera que no le atravesó un sudor frío, aunque hubiese pasado a segundo plano, se quedó pensando en todo de lo que Cartman era capaz. Ya antes Stan y él habían dicho que nunca era conveniente alterarlo...

— Oh, ¡lo siento! —El pelirrojo retrocedió hasta que su espalda chocó con la barra y soltó una risa nerviosa—. Quería asustarte. ¿Qué carajo haces? Pensé que ya estábamos por salir... ¿No te gustan las invitaciones de tu novio o sólo quieres confundirlo?

¿EL KYMAN ES REAL?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora